Una abuela y el adolescente que condujo varias millas para devolverle su billetera perdida tras encontrarla en un estacionamiento han entablado una insólita amistad.
Dee Harkrider, de 61 años, es abuela de siete nietos y vive en Wynne, Arkansas. El 12 de enero perdió la billetera en el estacionamiento de un Walmart de Forrest City y no se dio cuenta hasta que condujo hasta Palestine y recibió una llamada de su íntima amiga, Elaine Keown.
Keown quería saber si Harkrider conocía a un joven llamado Delivontae Johnson.
«Había encontrado mi billetera y estaba intentando ponerse en contacto conmigo para devolvérmela», dijo Harkrider a The Epoch Times. «Se dirigía a mi casa cuando vio mi dirección en mi carné de conducir. Eso le preocupó, así que fue entonces cuando me llamó».
Johnson, de diecinueve años, estudiante del East Arkansas Community College, dijo: «Después de ver el nombre en la licencia, lo busqué en Facebook … y le hice saber a la señorita Dee que tenía su billetera».
Sin embargo, al no obtener respuesta inmediata a su mensaje, revisó sus fotos, encontró a Keown y le envió un mensaje de texto para comunicarle la desaparición de la billetera.
Johnson había caído en un bache en Memphis de camino a la iglesia 11 días antes y había parado en el estacionamiento del Walmart de Forrest City, su ciudad natal, para utilizar el cajero automático de camino al mecánico. Fue entonces cuando vio la billetera perdida de Harkrider en un carrito de la compra.
«No sabía que mi problema se convertiría en la bendición de otra persona», dijo el adolescente. «Solo quería hacer algo bueno y llevarle yo mismo la billetera al dueño».
Al enterarse de que Harkrider no estaba en su casa de Wynne, sino en Palestina, Johnson se desvió y condujo más de 20 millas (32 kilómetros) para llegar hasta ella. Llamó a Harkrider por el camino y se encontró con ella en el estacionamiento de un restaurante de CR Smalls and Company.
«Me dijo que quería asegurarse de que recuperaba mi billetera», dijo Harkrider. «¡Todo estaba en ella! Estaba muy agradecida por lo que había hecho, así que llevaba un billete de 20 dólares en la billetera y se lo di para mostrarle mi agradecimiento. Ojalá hubiera tenido más para darle».
La agradecida abuela se hizo un selfie con Johnson y compartió su historia en Facebook. La publicación se hizo viral.
Lo contó a The Epoch Times: «Quería que se le reconociera lo que había hecho, y además quería compartir la bondad de Dios… Creo que Dios pone gente en nuestras vidas, y en mi caso, fue para bien que Delivontae entrara en mi vida… con solo 19 años mostró honestidad, compasión e integridad por otro ser humano».
Desde su encuentro, el estudiante y la abuela han conectado en Facebook y se envían mensajes para «ver cómo están». Harkrider está agradecida a Johnson por su integridad y a su madre, Rachel, por criar sola a cuatro hijos con una fuerte brújula moral.
También ha conectado con Rachel en Facebook y espera conocerla pronto.
Harkrider dijo: «Creo que lo más importante que he aprendido de esto es que yo, junto con mucha gente, somos escépticos respecto a nuestros jóvenes porque oímos mucho de lo malo. Delivontae me ha ayudado a recuperar la fe… sus acciones representan cómo Dios puede obrar a través de las personas, y nosotros, como pueblo de Dios, tenemos que dar un paso al frente y apoyar y animar a nuestros jóvenes».
El adolescente se sintió igualmente conmovido al conocer a Harkrider.
«Una cosa que aprendí de esta situación es que, si haces el bien, las cosas buenas te seguirán», dijo, y añadió: «Hay dos cosas que gané de esta situación: respeto y una gran amiga, ¡la señorita Dee!».
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