Una abuelita de Brasil que recibió la alarmante noticia de que sus neuronas se estaban «apagando», decidió que para mantenerse mentalmente saludable iniciaría una carrera profesional a los 81 años. Para lograrlo tuvo que superar una enfermedad, la muerte de un hijo, y aprender a utilizar una computadora para las clases en línea durante la pandemia.
Avelina Conceição Vaz nació en Feira de Santana, municipio brasileño del estado de Bahía. Junto a su esposo educó a 4 hijos, pero cuando este falleció, se convirtió en la responsable de guiar y sostener a sus pequeños.
«Nunca fue fácil, cuando mi esposo falleció me convertí en cabeza de familia. Fui a trabajar, incluso más, para ayudar a mis hijos en la escuela. Y gracias a Dios, todos fueron a la universidad», dijo en entrevista al medio local G1.
Con la fuerza que da la familia para enfrentar el día a día, la firme mujer trabajó como enfermera técnica durante 26 años, de los cuales 18 estuvo en el área de psiquiatría. Una vez jubilada, Vaz jamás imaginó que la vida aún le tenía otra misión en la vida.
Siete años atrás, contrajo Chikungunya —una infección viral transmitida por mosquitos—, y después de una serie de pruebas, el geriatra le dio la angustiosa noticia de que sus «neuronas se estaban apagando», explicó al medio local Folha Do Estado.
«Como solución, me recetó hacer una actividad que ejercitara la mente y que no fuera algo para personas mayores, como el ganchillo, porque no resolvería [nada]», recordó.
Con la recomendación del médico de tomar algún curso, vino el lejano recuerdo de estudiar una carrera profesional.
«A lo largo de mi vida, mi historia acabó cruzándose con el Derecho. Como cuando dos conocidos de mi familia tuvieron problemas con la justicia», compartió Vaz.
En ese tiempo tenía 78 años, y por su propia cuenta asistía a los juzgados, aunque no entendiera los procedimientos. Así que, sin proponérselo, surgió la oportunidad de iniciar un nuevo viaje a sus 81 años.
Después de dos intentos frustrados por ingresar a la escuela de Derecho, finalmente aprobó el examen de la Enem en 2017. Ese solo sería el primer paso.
Nunca cruzó por la cabeza de la abuelita que los siguientes años sería puesta a prueba en su determinación de mantenerse en la escuela.
El primer obstáculo llegó en 2019, cuando la octogenaria enfermó gravemente y fue hospitalizada por 21 días. Aún así, permaneció firme.
«No me rendí porque ya había empezado y estaba enfocada en lo que quería hacer. Además, mi objetivo siempre ha sido poder ayudar a alguien, especialmente a los menos privilegiados», explicó a G1.
El siguiente año, en 2020, los retos serían mayores. Uno de sus hijos enfermó gravemente de cáncer, y la amorosa madre lo acompañó en el hospital hasta sus últimos días, a la edad de 59 años.
Aún así, ese fin de curso «saqué un 10 con aplausos», recordó Vaz, según Folha Do Estado.
A solo un año de concluir la carrera, la abuelita tuvo que enfrentar el mismo reto que miles de estudiantes en todo el mundo: tomar clases en la línea, debido a la llegada del virus del PCCh, que ocasiona COVID-19.
«Fue muy difícil. Además de no estar familiarizada con la computadora, desde el principio hasta aquí, el no poder acudir con los profesores y ellos a mí, debido a la pandemia, fue un calvario», recordó.
Acostumbrada a enfrentar la vida y sus adversidades, la decidida estudiante no se detuvo. En septiembre de este año, la tenaz abuelita logró la meta de convertirse en una profesional del Derecho.
«Paciente del Dr. Adriano Gordilho, se licenció en Derecho a los 85 años. Avelina se graduó en septiembre de este año con las mejores notas en su trabajo final de curso y también fue oradora de la clase. ¡Enhorabuena a la nueva graduada!», publicó el Instituto Longevitat, en Instagram.
Y no tiene planeado detenerse. El siguiente escalón es iniciar el posgrado y ayudar a los que más lo necesitan.
«Hablé en mi presentación [de fin de curso] de que le pido a Dios que me dé la oportunidad de estar en un lugar público para hacer algo por las personas. Si Dios me concede esta oportunidad de poder ayudar, se lo agradezco», reflexionó Vaz, de acuerdo a Folha Do Estado.
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