A sus 92 años, este abuelo lleno de energía oriundo de Inglaterra practica artes marciales todos los días y atribuye su óptima salud a la práctica de Tai Chi y Kung Fu.
Lew Burja, de Leeds, West Yorkshire, es un nonagenario capaz de caminar hasta 11 km al día y de correr con facilidad siguiéndole el ritmo a sus nietos.
«Es increíble lo que [las artes marciales] han hecho por mí. Han sido mi salvavidas», dijo el Sr. Burja. «A mi edad, tengo amigos muriéndose a mi alrededor y esto me ha mantenido en pie».
«Es muy importante mantenerse en movimiento», dijo, y añadió que, por suerte para él, «no puede quedarse quieto».
El Sr. Burja, que tiene dos hijos adultos, disfrutó del deporte desde muy joven. Le gustaba el fútbol, el boxeo, la halterofilia y el judo.
Sin embargo, a medida que se acercaba a la mediana edad, el Sr. Burja —que trabajó en la marina y como profesor— empezó a sufrir fuertes dolores de espalda y repetidas infecciones de pecho.
Incapaz de librarse por completo de estos problemas de salud, el Sr. Burja empezó a temer un futuro en el que dependería de la medicación.
Sin embargo, su vida cambió para mejor cuando vio una demostración de Tai Chi en una feria a la que asistía. Interesado, decidió probarlo.
Empezó con sesiones semanales de dos horas, que también incluían media hora de kung fu.
El Tai Chi es un arte marcial interno chino que se practica para la autodefensa y la salud, conocido por sus movimientos lentos e intencionados.
Al cabo de pocas semanas, el Sr. Burja notó la diferencia. Sus infecciones torácicas desaparecieron por completo.
«Estaba sano y en forma», dice. «Por alguna razón, me atraía mucho el movimiento lento y la respiración profunda del Tai Chi».
«Hay una secuencia específica de movimientos que puedes hacer para controlar ciertas condiciones de salud. Así es como dejé de tener las infecciones de pecho», dijo.
También pudo deshacerse de su resfriado y dejó de sufrir dolores de cabeza.
Además de practicar artes marciales y Tai Chi, el Sr. Burja da paseos regulares y varía la distancia cada día.
«Ahora mi mujer y mi hija me hacen llevar un reloj con un botón que puedo pulsar para que me localicen», dice.
El Sr. Burja cree que mucha gente más joven que él ni siquiera puede correr hoy en día, pero a menudo es capaz de seguir el ritmo de su joven nieta y de su perro.
Al verle tan en forma, el médico del Sr. Burja cree que tiene suerte, pero el abuelo de tres hijos dice que no es suerte, sino su forma de vida.
Además de intentar mantenerse en forma físicamente, el Sr. Burja también está aprendiendo a escribir novelas de suspenso para mantener la mente despierta.
Subraya la importancia de hacer ejercicio para mantenerse en forma.
«Hacer mucho ejercicio es lo que te mantiene en forma, pero tienes que hacerlo con cuidado para no hacerte daño», afirma. «También te da una perspectiva muy positiva de la vida».
El Sr. Burja dijo que no recurre a ninguna dieta especial y que disfruta comiendo.
«No veo el sentido de estar sano si no puedes disfrutarlo», dijo. «A mi mujer y a mí nos encanta comer bien en casa y en restaurantes.
«Me gusta un buen vino tinto con un asado de cordero o una buena costilla de ternera y soy muy goloso. Me encanta el chocolate Lindor».
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