Una joven mexicana que conducía en las calles de la ciudad, en México, no dudó en detener su automóvil para dar «aventón» a un anciano sin hogar que caminaba bajo el fuerte sol. Lo que no se imaginó fue que «adoptaría» al abuelito de 108 años.
Karla Delgado es una joven de 25 años que vive en la ciudad norteña de Torreón, Coahuila, en México. El pasado 6 de junio, la joven vio deambular por las calles de la ciudad a un anciano. Dos días después lo encontró de nuevo en una transitada avenida, llevando una bolsa con botellas vacías, informó Univisión.
«No dudé en regresarme y ofrecerle un raid, [que] aceptó porque el sol estaba muy fuerte. Lo subí al carro sin importar el tráfico que ocasioné, le digo que dónde se queda y me dice [que] en una plaza, debajo de una palma muy grande… Les juro que me rompió el corazón», publicó Delgado en su Facebook.
Después de dar varias vueltas buscando «la palma» del abuelito, Delgado se enteró que su nombre es Felipe Reyes Villalobos, tiene 108 años, 11 hijos, trabajó toda su vida en el campo y es originario de Villahermosa, Tabasco, un estado al sur de México. La joven no pudo evitar preguntarse quién abandonaría a un abuelo que «Es lo más hermoso que la vida te puede dar».
Al despedirse del abuelito, Delgado decidió darle el último dinero que le quedada, 100 pesos (5 dólares). Pero eso no fue todo, luego de publicar la anécdota en Facebook —algo que no suele hacer—, una prima y su esposo le propusieron ayudar al anciano y ofrecerle un baño, ropa limpia y una cena con la familia esa misma noche, de acuerdo a Univisión.
Al inicio don Felipe, como lo llama Delgado, no quería aceptar la invitación, pero terminó cediendo. Esa noche el abuelito tuvo una cena familiar, y Delgado y su familia le pagaron una noche en un hotel.
Con ayuda de un familiar, que es policía, don Felipe fue llevado al día siguiente a un albergue donde está durmiendo y recibe atención médica y alimentación.
La primera publicación de Delgado se volvió viral inmediatamente después de postearse. Y la foto del abuelito cenando en familia menos de tres horas después del primer posteo, conmovió tanto a los internautas que muchos medios lo interpretaron como una «adopción».
Pero la joven aclaró a The Epoch Times que don Felipe estuvo viviendo de manera provisional en una casa de ancianos en Torreón, y que está en una adopción interna, un proceso en el que ella visita de manera regular a don Felipe, convirtiéndolo en su «abuelito».
Este 16 de de junio don Felipe pudo encontrar hogar permanente en la Casa del Anciano del Padre Estala A.C., una institución de beneficencia que cuenta con el programa «Adopta a un abuelito». El lugar ofrece hogar y sustento a personas de la tercera edad en condiciones de pobreza extrema y abandono, atendiendo sus necesidades de salud física, espiritual y emocional.
«Yo seguiré visitándolo, cuidándolo, estando al pendiente de él y sobre todo dando el apoyo que me está dando la comunidad», dijo Delgado.
Muchos usuarios de redes sociales se solidarizaron con la joven, apoyándola con alimentos, calzado, ropa y pañales para el abuelito Felipe.
Delgado dijo a The Epoch Times que le sorprende que en su ciudad existe «ayuda para todo», pero muy poca para los ancianos en situación de calle.
Esta no es la primera vez que la joven ayuda a un anciano. De manera cotidiana apoya a quien lo necesita con un plato de comida, o incluso los invita a comer con ella en algún restaurante y participa en donaciones de ropa.
Muchas personas ayudan a niños en situaciones de vulnerabilidad, otros a mascotas, o incluso a la misma naturaleza, pero es poco frecuente ayudar a ancianos. Delgado cree que el corazón de ayudar a las personas proviene del ejemplo de sus abuelos, y espera que la visibilización de la historia de don Felipe le permita ayudar a otras personas de la tercera edad que no tienen hogar.
«Mis abuelos, Blas Delgado y Angela Salazar, siempre ayudaron al prójimo, siempre hacían comida para gente en situación de calle, llevaban comida para la gente de las cárceles y los albergues. Ellos siempre ayudaban a la gente necesitada, ahí empieza esta hermosa labor, creo que nos heredaron su corazón para ayudar», dijo a The Epoch Times.
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