Un abuelito veterano de la Segunda Guerra Mundial logró salir con vida tras un incendio en su casa a mediados de marzo. Aunque perdió todo y pensó en darse por vencido por primera vez en su vida, la generosidad de sus vecinos hizo que su fe en la humanidad se restaurara.
La apacible vida de Paul Roberts, un abuelito residente de Nueva Jersey, en Estados Unidos, cambió radicalmente el 14 de marzo pasado. A sus 94 años eso era muy poco probable y tan solo «tenía la esperanza de poder quedarse en su casa hasta su muerte», explicó Erin Obermayer, una vecina, en una página de GoFundMe.
Ese día Roberts se estaba preparando para ir descansar. Luego de ducharse y afeitarse en el baño notó que había humo escapando de las rendijas.
«Vi que entraba humo por la puerta del baño», dijo Roberts en entrevista a ABC 11. «Respiré una vez y supe enseguida que no volvería a respirar y vivir».
Sin embargo, decidió tirarse al piso para llegar hasta la puerta trasera. Aunque no fue fácil, logró salir y luego cruzar la calle para pedir auxilio a Obermayer, quien de inmediato llamó al 911.
Obermayer escribió en la página de GoFundMe que cuando Roberts llegó a su puerta alcanzó a ver cómo el fuego devoraba la habitación de su vecino, «pero ya era demasiado tarde para apagar».
Todo lo que pudieron hacer fue esperar a que llegara la policía y los bomberos, mientras el fuego arrasaba con la casa de 102 años.
«Lo único que se rescató fueron algunos álbumes de fotos. Fueron las únicas pertenencias que se salvaron», dijo la vecina.
Roberts nació en 1927 en Haddonfield, Nueva Jersey, durante la Gran Depresión. Fue el último de cuatro hijos y tiene dos hermanas y un hermano. Cuando tan solo tenía 17 años y estaba en el tercer año de la escuela secundaria, le pidió a su madre que lo sacara de la escuela para unirse a la Marina, tras ver el ataque a Pearl Harbor.
Fue enviado a Japón cuando terminó su entrenamiento y quedó a cargo del depósito de combustible en la zona cero de la mira de la bomba de Nagasaki, cuando terminó la guerra. Luego de ser retirado, Paul se unió a la oficina de correos, donde trabajó hasta la década de los 80.
La casa del abuelo fue una herencia de su padre, quien eventualmente la compró a su vecino luego de cuidársela cuando era una casa de verano. Había sido construida en 1920, y en 1980 fue etiquetada como Casa Histórica.
El día del incendio todo el vecindario salió para apoyar a Roberts, ya que él es muy querido y «es como si fuera el alcalde», dijo Richard Obermayer a ABC 11.
Era habitual verlo haciendo su caminata diaria de una milla o de dos si era en su bicicleta.
Erin Obermayer, la hija de Richard, creó una página de GoFundMe para dar a conocer al difícil situación por la que estaba atravesando Roberts y animar a donar a todo el que desee, para construir su casa, ya que tras el incendio tuvo que ser derribada debido a su antigüedad.
Hasta el momento de la publicación de este artículo, la página llevaba recaudado USD 173,000.
Además, vecinos del abuelito le donaron docenas de tarjetas de regalo para que recupere su guardarropa, y el próximo 11 de este mes realizarán una cena para reunir más ayuda.
Conmovido, el anciano dijo a ABC 11 «¿A cuántas personas tengo que agradecer por todo eso? ¿Cómo le agradeces a la gente?».
En una actualización del 29 de marzo en la página de GoFundMe, la hija de Roberts, Pat, explica que le mostró la página de la recaudación a su padre, quien «por poco lloró» al ver la «amabilidad y generosidad de todos».
«Me dijo que en las últimas semanas estaba empezando a tener ganas de darse por vencido. El mundo se estaba volviendo loco. Disparan a niños pequeños todos los días en Filadelfia y otras grandes ciudades. [Y] una guerra horrible y brutal se está llevando a cabo contra la gente de Ucrania. Lo estaba arrastrando hacia abajo», dijo Pat.
«Pero la amabilidad que ha visto le ha dado una nueva esperanza en nuestro país y nuestro mundo. Paul quisiera agradecer a todos por restaurar su fe en la bondad humana».
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