Una adolescente que fue avergonzada públicamente en una panadería de su localidad dio un giro inesperado que enseñó a sus antagonistas una lección de modales.
Vega Blossom vio un mensaje de su panadería favorita en redes sociales, Designer Desserts, en Valparaíso, Indiana, anunciando la venta de los productos a mitad de precio antes de la hora de cierre. Vega fue rápidamente.
«Esta noche, fui muy intrascendente», Vega, entonces de 19 años, que luego posteo en Facebook. «Había una señora delante de mí recibiendo un pastel y una señora detrás de mí con su amiga mientras yo esperaba en la fila».
«La señora delante mio tardó una eternidad para obtener su pastel», continuó Vega, «y la señora detrás de mí estaba muy impaciente y hablaba de forma grosera sobre eso».
Vega ignoró a las otras clientes, y finalmente, la mujer en frente abandonó la tienda. Fue entonces cuando las dos clientes detrás de ella intercambiaron un comentario que impulsó a Vega a pensar nuevamente en su pedido de pastelillos.
«La señora se dirige a su amiga y le dice: ‘Gracias a Dios, ahora esperemos que esta gorda no compre todas los pastelitos'», publicó la adolescente. Originalmente, Vega había planeado comprar seis; tan pronto escuchó el cruel comentario, realizó un pedido de los 20 pasteles que quedaban en la tienda, por un total impresionante de 54 dólares.
«¡Feliz Pascua!», firmó la reina de los pastelitos.
Vega, que llevaba un vestido de la talla 18, explicó que al crecer mucho más que sus compañeros había recibido comentarios sarcásticos de todos lados. A pesar que Vega había soportado a los intimidadores en su infancia, el comentario cruel de la mujer de Designer Desserts reabrió viejas heridas.
«Pero me tragué el dolor y pensé qué era lo mejor que podía hacer, que no fuera horrible, pero que les enseñara una lección sobre el respeto hacia los demás», dijo Vega a Caters.
Al llegar al mostrador de la panadería, Vega también recibió el apoyo del personal de la panadería; al escuchar el comentario del cliente, le dieron a Vega chocolates y galletas para llevar sin costo adicional.
El posteo original del adolescente sobre el suceso que tuvo lugar el 31 de marzo de 2018, ha obtenido más de 27,000 acciones; la impresionante panadería, con un gran deseo de apoyar a su cliente, le envió a Vega cajas de pastelitos al trabajo leugo de que su anécdota se volviera viral, informó HuffPost.
El dueño de la panadería Adam Wiltfang también habló en defensa de Vega, declarando: «Designer Desserts Valparaíso es un área libre de intimidación y no tolerará este tipo de actitudes repugnantes». Luego animó al cliente que había insultado a Vega a «no vayan a mi web y por favor compren sus magdalenas en otro lugar».
Saliendo de la panadería después de su triunfal regreso de los pastelitos, Vega miró al par de mujeres directamente a los ojos y les pidió que le abrieran la puerta, informó Independent. Una de las mujeres lo hizo, aunque de mala gana.
Su gasto valió la pena; Vega, en ese entonces trabajadora de Starbucks, compartió el épico botín de pasteles con sus amigos, familia y compañeros de trabajo durante las vacaciones de Pascua de 2018.
«Creo que si no se tiene nada bueno que decir, no decir nada en absoluto. ¡No me arrepiento de haberme llevado todos los pasteles!» Vega añadió. «Esperemos que esto haya sido una lección de cómo tratar a los demás amablemente, y tal vez una lección de karma también».
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