¿Recuerdan las historias anteriores del padre y el hijo que subieron al Monte Everest y al Monte Denali en mayo y junio? El padre Tsang Chi-shing (John), que escaló con éxito el monte Everest en cuatro ocasiones, viajó al Reino Unido para participar en un reto ciclista emblemático: Ride Across Britain (RAB), un evento de ciclismo de carretera en nueve días, que partió del suroeste de Land’s End hasta el noreste de John O’Groats, un total de 980 millas, 7647.6 pies de altitud, y el recorrido diario más largo fue de 112 millas para John.
John se inscribió en esta prueba de ciclismo hace tres años, pero se pospuso hasta el 11 de septiembre debido a la pandemia. Participó en la carrera por etapas de ciclismo de montaña de clase mundial en Cape Epic, Sudáfrica, en 2017. Desde entonces, su sueño de unirse a las carreras de RAB siempre estuvo en su mente.
La RAB ha atraído a miles de corredores para que experimenten la magia del ciclismo en el Reino Unido. Desde 2009, los eventos han recaudado millones de fondos para la caridad.
La impresionante variedad de paisajes a lo largo de las rutas de la carrera, con un abanico de páramos, valles verdes escondidos, sinuosas carreteras secundarias, impresionantes carreteras costeras y lugares históricos, le traen a John un recuerdo impresionante diferente al del montañismo.
Este año participaron en la carrera más de 600 ciclistas, de los cuales el 90 por ciento procedía de Europa y EE.UU., la mayoría eran británicos locales y John es una de las pocas caras asiáticas.
John recordó: «Este viaje no es simplemente un reto personal, es una experiencia especial para mí, y disfruté de las necesidades mutuas y el amor entre la gente. A pesar de la lluvia o del sol, del calor abrasador o del frío, del camino accidentado o de los baches, seguir adelante con valentía es la esencia del viaje».
«El ciclismo y el alpinismo son completamente diferentes, ir en bicicleta durante cien millas al día es realmente una verdadera prueba de resistencia y voluntad. Las condiciones meteorológicas son muy inestables, sobre todo el último día en Escocia, en el que todos los participantes tuvieron que subir a la montaña bajo una intensa lluvia y con una temperatura de tan solo 39.2 grados Fahrenheit. Se nos congelaron las manos hasta que llegamos al primer avituallamiento, cuando empezó a hacer sol. Qué reto tan interesante experimentar las cuatro estaciones en un solo día».
Todos los ciclistas tienen que levantarse antes del amanecer y conseguir llegar al destino sin importar si hace sol o tormenta.
Las condiciones meteorológicas son una de las dificultades para los ciclistas, pero lo más difícil sería el estado de la carretera. Algunos de los terrenos son muy accidentados debido a que la pala de nieve ha dañado la superficie. John esperaba que fuera más fácil bajar la montaña, pero desgraciadamente se pasó dos horas en el camino hasta que sus pies y manos se magullaron.
Lo que más impresionó a John fueron algunos ciclistas con discapacidad que conoció por el camino: «Uno de ellos iba con una sola mano porque tenía uno de sus brazos roto y atado con una venda. No sé cómo pudo mantener el equilibrio en la carretera llena de baches».
«Otro ciclista que tiene una prótesis, pero aún así se esforzó por pedalear con un pie hasta llegar al destino final. Su espíritu me animó a seguir adelante a pesar de las dificultades».
Los ciclistas que hayan participado en más de tres carreras recibirán del organizador ropa deportiva negra y dorada impresa con sus nombres y los años del evento. John sintió una profunda admiración cuando vio pasar a los corredores vestidos con la «túnica de guerra».
«La cultura del ciclismo es muy popular en Europa y Estados Unidos, y algunos ciclistas se han centrado en el ciclismo en su vida. Como el fundador de RAB, que empezó a montar en bicicleta a los 13 años y ha conseguido un récord de 248,548 millas hasta la fecha.
Un día, durante el viaje, John no se sentía bien y sus muslos estaban acalambrados, por lo que tuvo que aparcar la bicicleta al lado de la carretera y hacerse un masaje. Unos ciclistas occidentales pasaron por allí e inmediatamente se detuvieron para preguntar a John si necesitaba analgésicos. John se sintió muy conmovido.
John también se esforzó por ayudar a los demás en el camino. Una vez, el cable de acero de un ciclista se rompió, y John se detuvo para ayudar y reparar la bicicleta. El ciclista se sintió muy conmovido y estrechó la mano de John con entusiasmo para expresar su gratitud, y luego se hicieron amigos.
El RAB anima a todos los participantes diciendo: «No es una carrera, es un viaje. Disfruta del momento». John quedó impresionado y se animó a disfrutar y experimentar los excelentes paisajes del camino. Incluso estaba agradecido porque es su primer viaje al Reino Unido.
Las rutas son maravillosas, la costa escarpada, el paisaje pastoral y los edificios históricos centenarios hacen que el viaje sea agradable. Aunque hiciera viento o lloviera, John sintió que todo su esfuerzo valía la pena al ver el sol saliendo de las nubes. Los lugareños también saludaban y animaban a los ciclistas.
John estaba satisfecho con el servicio de este evento. El organizador proporcionó campamentos de descanso designados con alojamiento, baños calientes e incluso servicios de masaje. Si algún participante no llegaba al destino diario a la hora prevista, el organizador le proporcionaba un servicio de recogida. Sin embargo, puede ser descalificado si falla más de dos veces.
Pedalear 60 millas al día es todo un reto, por lo que todos los participantes deben someterse a un duro entrenamiento antes de la competición, para asegurarse una buena forma física. John también recorrió 60 millas en Hong Kong durante tres días consecutivos y se entrenó en Tai Mo Shan (3140 pies, el pico más alto de Hong Kong).
Sin embargo, pensó que no había entrenado lo suficiente antes de la carrera y que no era fácil adaptarse al reto, ya que las condiciones meteorológicas de Hong Kong son diferentes a las del Reino Unido.
Más de 600 ciclistas se aferran al espíritu de «no rendirse nunca», «no hay razón para no completar la tarea, me aferro a mi corazón y sigo hasta el final», dijo John.
«Haciendo del reto un hábito», John espera seguir adelante y afrontar nuevos retos en el futuro.
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