Solo unos días después de un inquietante encuentro con un repartidor descontento de DoorDash, Lacey Purciful experimentó un conmovedor giro de los acontecimientos. Esta vez, un conductor diferente mostró un servicio excepcional que fue captado por la misma cámara de vigilancia de su casa.
Este repartidor, que también trabaja para DoorDash, no solo entregó su pedido puntualmente, sino que lo hizo con un servicio al cliente amable que superó las expectativas de la Sra. Purciful. La saludó cordialmente, le dio las gracias por su pedido y, al recibir la misma propina de 5 dólares que recibió el repartidor anterior, le expresó su genuino agradecimiento.
El intercambio fue un marcado contraste con el último repartidor, lo que demuestra que no todos son amargados; de hecho, hay repartidores por ahí que entienden y aprecian la importancia del buen servicio y la amabilidad. Esta experiencia positiva sirvió como un recordatorio muy necesario de la humanidad y la calidez que a menudo pueden encontrarse en las interacciones cotidianas.
La Sra. Purciful decidió compartir las imágenes de este último encuentro en las redes sociales: «Es importante saber que por cada experiencia negativa, siempre hay una positiva a la vuelta de la esquina. Este repartidor me devolvió la fe en el servicio y me recordó que la amabilidad llega muy lejos».
El comportamiento amable del repartidor y el respeto que demostró hacia la Sra. Purciful ponen de relieve el tipo de actitud que empresas como DoorDash se esfuerzan por inculcar a sus empleados. Es un recordatorio de que una experiencia desagradable no define un servicio o a sus trabajadores. A pesar del incidente anterior, la fe de la Sra. Purciful en el servicio —si no en la humanidad— ha sido restaurada.
(Crédito del video: Newsflare)
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