El ilustrador fotográfico Josh Dykgraaf está reimaginando por completo la fotografía de la vida salvaje al combinar digitalmente animales y paisajes —fundidos en uno solo— para crear algo totalmente único.
Inspirándose en objetos y paisajes de la naturaleza, y en la fotografía de animales, su serie digital «Terraform» invita a los espectadores a contemplar algunos de los maravillosos patrones de la naturaleza que, cuando se combinan, resuenan con contraste y armonía.
«Estaba navegando por algunas imágenes que había tomado en un proyecto totalmente diferente y me di cuenta que algunas formaciones rocosas de los Alpes suizos se parecían a la piel de un elefante», dijo Dykgraaf, de Melbourne, Australia, a Modern Met, al hablar del inicio del proyecto.
La imagen de los Alpes, unida a la de una bestia igualmente colosal y majestuosa, se convirtió en su primera pieza híbrida, titulada «Ourea».
Dykgraaf, que lleva casi una década trabajando como artista independiente, no se detuvo ahí. Al observar cómo algunas hojas se parecen a las plumas de los pájaros y algunos pétalos de flores, a las escamas, profundizó en su exploración y amplió su proyecto.
Cada producción es un trabajo de amor. Con un pequeño equipo de iluminación, fotografía, collages de hojas y flores desde múltiples ángulos antes de superponer hasta 3000 imágenes en Photoshop. El proceso para completar una imagen lleva entre 30 y 60 horas.
«Técnicamente, trabajo con la idea de que ‘cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia'», dijo en una entrevista con Design Boom.
En una de sus obras, un pangolín enroscado con sus escamas toscas y endurecidas —creadas enteramente con delicados pétalos de magnolia— establece un contraste asombroso; en otra, un par de pájaros leonados con boca de rana están formados por innumerables hojas diminutas en capas en una composición inteligente; en otra, las escamas de un lagarto con volantes revelan un sorprendente parecido con las flores de la protea.
El pangolín, dijo Dykgaard, es «probablemente mi cosa favorita que he creado recientemente».
Las magnolias, que encontró floreciendo a lo largo de una calle cercana a su casa, tenían justo el ambiente y la paleta de colores en su concepción. Durante el cierre de 2020, se enfocó completamente en objetos y materiales naturales que pudiera conseguir cerca de casa, montando sus creaciones en un estudio de cocina improvisado.
La verdadera pasión de Dykgaard, dice, es crear arte que cause un impacto en la gente. «Todo el esfuerzo vale la pena cuando veo que alguien hace una doble toma ante mi obra», explica en su página web. «El entusiasmo que me produce ese momento puede mantenerme en marcha durante días».
Además de su página web, Dykgaard muestra su trabajo en Instagram.
Más allá del importante logro de la serie Terraform, Dykgaard también utiliza su plataforma como un foro para el debate en torno a las amenazas a la vida silvestre.
«A medida que el proyecto ha ido avanzando, he pasado a trabajar en otros temas que me preocupan», explicó. «La destrucción que sufrimos aquí en Australia con los incendios forestales del año pasado mató a unos tres mil millones de animales y se prevé que los koalas se extingan en la naturaleza en las próximas décadas».
La tragedia de los incendios forestales motivó a Dykgaard a viajar a los lugares de los incendios y crear una serie basada en las materias primas que encontró ahí. Está preparando más obras derivadas de estas fuentes, dice.
Las fotos de paisajes invernales se transforman en una foto de ciervo tomada en Escocia. (Cortesía de Josh Dykgraaf)
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