Un artista que soñaba con ser padre desde muy joven ha tallado a mano una impresionante cuna en forma de cisne para acoger a sus bebés. El resultado de su trabajo es un legado único que representa el amor y cuidado de un padre.
Hannah Weidmann, de 31 años, artista a tiempo completo, está casada con Jake Weidmann, un artista autodidacta, experto en caligrafía y el Maestro Calígrafo más joven del mundo, uno de los nueve que quedan en la actualidad. Juntos, los Weidmann tienen tres hijos: Emma, de 6 años, Henry, de 5 y la bebé Eloise.
El Sr. y la Sra. Weidmann crecieron viviendo a cinco minutos de distancia en Littleton, Colorado, pero no se conocían. Se conocieron por primera vez como adultos en 2012, se casaron en abril de 2014 y dieron la bienvenida a su primer bebé tres años después.
Desde que tenía 10 años, Weidmann sabía que quería ser padre.
«A la gente le gustaba preguntarle: ‘¿Qué quieres ser de mayor?’, y ya sabes, no era ‘artista’, no era ‘piloto de aviones como papá’, [era] ‘quiero ser papá, quiero ser padre'». dijo la señora Weidmann a The Epoch Times. «Venía de una familia muy bonita que llevaba muy bien lo familiar, así que creo que entendió el regalo que eso suponía».
«Cuando nos enteramos de que estábamos embarazados, por supuesto, estábamos emocionados hasta el límite. Creo que realmente de ahí surgió la idea de la cuna en forma de cisne, simplemente por esta alegría de comenzar una familia juntos».
Los Weidmann tienen afinidad por las aves. El apodo del Sr. Weidmann para su esposa es «Pajarito». Cuando se casaron, talló en secreto el altar bajo el cual se casaron, un conjunto de alas de caoba de 6 pies con sus iniciales grabadas en el centro, que ahora descansa sobre su cama como cabecera.
«Las alas simbolizan el favor, la protección, así que quería imitar eso de una manera que pudiera compartir con nuestros bebés», dijo la Sra. Weidmann. «Los cisnes, en particular, se protegen unos a otros. Protegen a sus crías, son ferozmente leales… la naturaleza nos da muchas pistas a los humanos».
El Sr. Weidmann esbozó su diseño de cuna de cisne en 2017, mientras su esposa estaba embarazada, antes de embarcarse en el proyecto de seis meses para darle vida. Con unas medidas aproximadas de 30 pulgadas de largo y 15 pulgadas de ancho, la cuna mide unos 4.5 pies de altura sobre una base que oculta un mecanismo de balanceo. El Sr. Weidmann trabajó solo, tallando la cuna a partir de una pieza de madera maciza y pintando a mano sus características, antes de pedir consejo a un amigo ingeniero a la hora de instalar el balancín.
«Doró el pico en oro y mi madre le hizo un faldón que oculta el mecanismo de balanceo… en realidad se mece con imanes que se impulsan unos contra otros, que es como se mece silenciosamente», dijo la señora Weidmann. «Jake es muy ingeniero y también muy artista, lo que creo que era una característica de muchos artistas del Renacimiento, como Da Vinci.
«Fue muy especial estar embarazada, que nuestros hijos crecieran dentro de mí y que Jake tuviera esta representación de lo que estaba viviendo, porque creo que algunos padres no saben realmente cómo establecer un vínculo con el bebé hasta mucho después de que nace. Jake decía: ‘Quiero establecer un vínculo con mis hijos lo antes posible'».
A medida que su familia crecía, los Weidmann pudieron colocar un bebé tras otro entre las alas protectoras de la cuna de cisne.
«Fue muy emotivo. Creo que, sobre todo para Jake, poder tomar a nuestros bebés y ponerlos entre las alas fue un momento tan trascendental para nuestra familia», dijo la Sra. Weidmann. «Siempre decimos que una obra de arte nunca está acabada hasta que se ve… una obra de arte no está terminada hasta que el bebé puede estar tumbado entre las alas».
Compartiendo su cuna de cisne en Instagram, la señora Weidmann citó a su marido: «Si las generaciones futuras no pueden ser mecidas por mi mano, entonces quizás por mi obra».
El Sr. Weidmann, que se formó con el calígrafo de la Casa Blanca, fue rechazado de la escuela de arte cuando su preferencia por el arte clásico, de estilo renacentista, entró en conflicto con la preferencia de ellos por un estilo más moderno. No se desanimó. Hoy, él y su esposa dirigen conjuntamente un negocio de bellas artes y una marca de joyería desde su casa.
Mientras tanto, la fe es la base de todo lo que hacen.
«Impregna nuestra historia de amor e impregna nuestra forma de ver la familia. Impregna el trabajo que producimos», dijo la Sra. Weidmann. «Creo que Jake está verdaderamente ungido en el trabajo que está haciendo».
La cuna cisne vive permanentemente en el cuarto de los niños. Después de que a los tres meses a cada bebé le quedara pequeña la cuna, la desengancharon de su mecanismo de balanceo y la colocaron en el suelo, donde los niños podían jugar en ella o usarla para acunar sus peluches.
La Sra. Weidmann educa en casa a los dos hijos mayores de la pareja y su marido comparte sus obras de arte con sus curiosos hijos. La Sra. Weidmann espera que otros se inspiren en las obras de su marido para pensar en formas de compartir su propio legado con sus seres queridos.
«Hago todo lo posible por mantener a Jake frente al caballete», dijo la Sra. Weidmann a The Epoch Times, afirmando que la cuna cisne es «sin duda una reliquia para nuestros hijos».
«Sabíamos que iba a ser algo que se transmitiría de generación en generación y así esperamos que nuestro ferviente amor por la familia se transmita también con la cuna», dijo. «Nuestros hijos tienen estos recordatorios tangibles no sólo de nuestro matrimonio y nuestro amor por ellos, sino que en última instancia apuntan al amor de Dios por nosotros, y todo el mundo puede hacer eso de alguna manera. Eso es lo que me gustaría que la gente se llevara».
Vea el video
(Cortesía de Hannah Weidmann)
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