Un ayudante penitenciario de Georgia que colapsó repentinamente debido a un problema cardíaco, y que fue auxiliado por tres reclusos a finales de julio, se encuentra bien. Recientemente regresó al trabajo y agradeció a los hombres que se apresuraron a salvarlo.
El viernes, La Oficina del Sheriff publicó una foto en su página de Facebook con el ayudante en recuperación, Warren Hobbs, y los reclusos que ayudaron a salvarle la vida, uno al lado del otro.
Hobbs «buscó rápidamente a los reclusos que acudieron a su rescate cuando sufrió la emergencia médica, hace unas semanas, para poder agradecérselo en persona», decía el posteó. «Nos alegra darle la bienvenida de nuevo».
El ayudante, que trabaja en la cárcel del condado de Gwinnett en Lawrenceville, parecía estar durmiendo en el trabajo el día que ocurrió el incidente. Se cayó de la silla, se rompió la cabeza y empezó a sangrar.
El recluso Mitchell Smalls estaba allí cuando ocurrió y rápidamente tomó medidas.
«Empecé a gritar y a golpear la puerta para intentar avisar a todos que se despertaran», dijo Smalls más tarde a Fox News. Pronto, alrededor de 60 reclusos comenzaron a hacer tanto ruido como fuera posible en un intento de alertar a los demás oficiales.
La conmoción fue suficiente para despertar a Hobbs, que luego luchó por levantarse.
«Era triste porque no se veía nada bien, pero el hombre luchaba por levantarse», recordó el recluso Terry Lovelace. «Cuando se levantó, pude hacer contacto visual con él. Le dije: «Ayudante Hobbs, ayudante Hobbs, por favor».
Hobbs consiguió pulsar un botón para liberar a Lovelace y a su compañero Walter Whitehead, que se apresuró a ayudar al enfermo e intentó llamar a otros oficiales usando un teléfono y la radio de Hobbs. La ayuda llegó en segundos, y con esfuerzo se hicieron cargo de la situación para poder salvar su vida.
Hobbs dice que no recuerda haber perdido el conocimiento, sino solo «lo que sonaba como [ruido de] tambores» y «reclusos que gritaban su nombre una y otra vez», dijo la oficina del sheriff.
Luego del incidente, la oficina del sheriff elogió a los reclusos por el apoyo vital que prestaron al ayudante Hobbs durante la crisis.
«Estos reclusos no tenían ninguna obligación de prestar ayuda a un ayudante herido y vulnerable, pero no dudaron», escribió la oficina en un posteo de Facebook. «Mucha gente tiene opiniones fuertes sobre los oficiales de la ley y los criminales, pero este incidente ilustra claramente la bondad potencial que se encuentra en ambos».
Los agentes penitenciarios pasan 12 horas al día con los reclusos, según el medio de comunicación, y así tienden a desarrollar un vínculo basado en el respeto mutuo que va más allá de los uniformes que llevan.
Whitehead le dijo a Fox News: «No me importa si es un oficial de policía o cualquiera que haya sido. Haré lo que pueda para salvar a un hombre. No quiero que nadie muera».
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