Una auxiliar de vuelo colombiana volvió a volar después de 5 años de lucha contra el cáncer. Ante el difícil proceso que vivió se considera una «Super-viviente no una sobreviviente».
Claudia Obando, de 48 años de Cali, una de las más experimentadas tripulantes de Viva Air, comenzó a viajar tan solo 3 meses después del primer vuelo de la aerolínea, en 2012. Sin embargo, cinco años después recibió un diagnóstico de cáncer de mama.
«Nunca pensé que me fuera tocar a mí. (…) Detecté la bolita en el seno, me dijeron que efectivamente era cáncer, y me comuniqué con la empresa», dijo Obando.
Pero la enfermedad no era desconocida para ella, su hermana había recibido el diagnóstico de cáncer de mama un mes antes, y al momento de enterarse que padecían la misma enfermedad, Obando ya había hecho algunas averiguaciones.
“No es fácil que te digan que tienes cáncer, porque siempre lo relacionamos con la muerte y claro asusta», dijo Obando a El Comercio.
«Cuando llamé [a mi hermana] le dije: ‘te quiero tanto, tanto, que te voy a acompañar en este proceso, las dos vamos a luchar porque vamos a ser unas Super vivientes, no unas sobrevivientes».
Y así fue, Obando recibió el apoyo de su familia, y la empresa para la que trabaja se ofreció a ayudarla.
«Cuando nos dimos cuenta del diagnóstico de Claudia, la aerolínea tomó como bandera todo el tema de la prevención del cáncer como una fortaleza que nosotros podíamos darle desde la comunicación», dijo Isabel Cortés, jefe de comunicaciones de Vivar Air, a The Epoch Times.
Obando tuvo que pasar por meses de quimioterapia y radioterapia, y más de 12 cirugías que dejaron marcas en su piel, pero se siente más fuerte que antes.
“Parezco una muñeca de trapo, estoy cosida por todos lados, pero cada costura me recuerda lo valiente que soy. Conocí una Claudia que no sabía que existía», agregó Obando a El Comercio. «Yo pienso que la parte médica es muy importante y claro, la ayuda de Dios”.
La fortaleza de la auxiliar de vuelo abrió una perspectiva a la aerolínea de la difícil situación que a diario viven muchas mujeres que padecen esta enfermedad. Incluso presentó un avión rosado con su nombre en honor a su lucha y su resiliencia, que hace parte de la campaña denominada «¡Go Pink!», para apoyar la lucha contra el cáncer de mama.
Durante todo el proceso de su enfermedad, Obando soñaba con regresar a volar.
Y ese sueño se hizo realidad el pasado 7 de febrero. Tras superar completamente la enfermedad, subió por primera vez después de tantos años a hacer lo que tanto le apasiona, ¡volar!
Y lo hizo en el avión rosa que lleva su nombre, demostrando que con tenacidad y fe se puede superar los obstáculos que a simple vista parecen imposibles.
Obando tuvo un emotivo recibimiento de parte del capitán del avión, de la tripulación y de todos los pasajeros, que celebraron con ella este nuevo comienzo.
«Nuestro vuelo de hoy a bordo del avión ¡Go Pink! es muy especial», dijo el Capitán del vuelo con destino a San Andrés. «Nuestra compañera Claudia Obando, auxiliar de vuelo para este trayecto, se está reintegrando al equipo Viva Air».
«Su ejemplo nos inspiró desde el 2012 para crear conciencia sobre el cáncer de seno y el autocuidado», agregó. (…) ¡Bienvenida de nuevo a bordo!
Para esta mujer luchadora esta ha sido una gran experiencia.
“Siento que volví a nacer, soy una mejor versión de mí misma, me siento más enamorada de mi familia y mi trabajo», concluyó.
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