Bailarines que huyeron de Ucrania y de Rusia debido a la guerra se unen a la Ópera de Berlín

"La danza o el arte deben conectar a la gente, no excluir a nadie", dijo la directora artística

Por Mariana Buendia
24 de marzo de 2022 7:59 PM Actualizado: 24 de marzo de 2022 7:59 PM

Bailarines que han huido de Ucrania —e incluso de Rusia— debido a la guerra se unen a la Ópera de Berlín, donde además de continuar su práctica, se les ha proporcionado alojamiento e incluso zapatillas. La directora de la compañía se enorgullece de recibir bailarines de todo el mundo y espera que no surja una “rusia-fobia”, pues “la danza o el arte deben conectar a la gente».

Varias bailarinas ucranianas han sido obligadas a huir de su país debido a la guerra, buscando refugio y la manera de continuar con su disciplina artística en otros lugares del mundo. Uno de los conjuntos de danza que ha recibido bailarines refugiados es la Ópera de Berlín, de la cual forma parte la primera bailarina Iana Salenko, originaria de Kiev.

Aunque Salenko lleva en Berlín desde el 2005, ha buscado la manera de recibir a sus compatriotas y “puede entender lo que sienten”, así que poder ayudar a las jóvenes bailarinas recién llegadas de Ucrania, la “hace feliz”.

«Me encantaría ayudarles. Puedo entender lo que sienten ahora, tener que perder su trabajo y perderlo todo», dijo en una entrevista el 24 de marzo.

«Quieren simplemente rendirse, no saben cómo seguir con esta situación, así que por supuesto siento que si puedo ayudar, me hace feliz», agregó.


Crédito: Reuters

Salenko explicó que las bailarinas ucranianas recién llegadas están “agradecidas por todo” lo que ella puede hacer, sintiendo ese «amor de verdad».

«Están muy contentas, simplemente están agradecidas por todo lo que yo puedo hacer y por lo que he podido ayudar, y siento este amor de verdad, como ‘Oh, gracias de verdad, pensé que nunca volvería'», señaló.

«Cuando tienen la oportunidad de conectar con la gente o de venir aquí a tomar la clase, se siente como si hubiera hecho mi trabajo. Y por supuesto, es solo un pequeño trabajo pero siento esta felicidad», expresó la primera bailarina.

Iana Salenko interpreta «L’Harlequinade» (coreografía de Marius Petipa) durante el preestreno para la prensa del programa «Malakhov and Friends» en la Deutsche Oper de Berlín el 9 de noviembre de 2010. (JOHN MACDOUGALL/AFP vía Getty Images)

Pero la Ópera de Berlín, no solamente ha recibido bailarines de Ucrania, recientemente recibió bailarines provenientes de Rusia.

Su directora artística, Christiana Theobald, dijo que aproximadamente 200 bailarines en total, entre los que aún están considerando huir, han buscado ayuda del famoso Ballet Estatal de la capital alemana.

Theobald dijo que es crucial que esos refugiados sigan practicando con regularidad, aunque ahora no tengan ninguna actuación pública. La compañía también les ha proporcionado alojamiento e incluso zapatillas.

«Hay que imaginarse que se trata de personas que lo han dejado todo atrás, tienen muy poco con ellos. Eso empieza con las zapatillas de punta», dijo Theobald, según ABC.

Bailarines de ballet desplazados a Rumanía por la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania, participan en un ensayo, en el escenario de la Ópera Nacional de Rumanía en Bucarest, el 4 de marzo de 2022. (ANDREI PUNGOVSCHI/AFP vía Getty Images)
Bailarines de ballet desplazados a Rumanía por la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania, participan en un ensayo, en el escenario de la Ópera Nacional de Rumanía en Bucarest, el 20 de marzo de 2022. (ANDREI PUNGOVSCHI/AFP vía Getty Images)

Pero la dramaturga alemana también recuerda que “la danza y el arte son para conectar a la gente”, por lo que espera que no surja una “rusia-fobia”.

«Tenemos muchas, muchas nacionalidades aquí y es nuestra importante tarea garantizar que no surja una Rusia-fobia y que sigamos valorándonos unos a otros igual que antes, mientras seguimos adelante». relató.

El miércoles por la mañana, más de 30 bailarines practicaban sus movimientos en una sala de entrenamiento de Berlín, entre ellos ocho refugiados, entre ellos dos bailarines brasileños que habían huido de Rusia recientemente.

Otro caso reciente, es la primera bailarina rusa Olga Smirnova, una de las mayores estrellas de la danza de su país, que abandonó el pasado miércoles 16 de marzo la compañía del Ballet Bolshoi de Moscú tras denunciar la invasión rusa de Ucrania, informó The Guardian.

Smirnova, nacida y criada en San Petersburgo, se incorporó al Ballet Nacional de Holanda, junto al solista brasileño Víctor Caixeta, que también dejó el Ballet Mariinsky de San Petersburgo en respuesta a la guerra.

Los bailarines de ballet Olga Smirnova (D) y Artemy Belyakov actúan durante la gala del ballet Diamantes del Año Nuevo en el Teatro Bolshoi de Moscú, Rusia, el 26 de diciembre de 2019 (reeditado el 17 de marzo de 2022). La bailarina nacida en San Petersburgo, Olga Smirnova, abandonó el Ballet Bolshói debido a la invasión rusa de Ucrania. Según su declaración, preferirá bailar para el Ballet Nacional de Holanda en Ámsterdam, Países Bajos. EFE/EPA/EKATERINA SHTUKINA / SPUTNIK / G MANDATORY CREDIT

«Se supone que la danza o el arte en general deben conectar a la gente, no excluir a nadie”, recordó la dramaturga alemana Theobald.

Un importante recordatorio, que a pesar de la guerra pueda crear divisiones y un dolor profundo en los seres humanos. Por otro lado, la danza y el arte pueden convertirse en medios para conectar y unir a la gente alrededor del mundo.

Con información de Reuters.


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