Unos angustiados padres que se vieron forzados a abandonar en un mercado a su bebé de días de nacida, pudieron reencontrarse con ella de 20 años después.
Kati Pohler, una joven nacida en 1995 creció bajo el cobijo de Ken y Ruth Pohler, sus padres adoptivos, en Hudsonville, Michigan, Estados Unidos. Cuando aún era pequeña, Kati preguntó a su madre si había nacido de su «barriga».
«No, no saliste de mi barriga… saliste de la barriga de una señora en China», le dijo Ruth, según relató en una entrevista a BBC.
«Pero saliste de mi corazón, naciste de mi corazón», agregó entre lágrimas.
Y aunque hubo momentos en que Kati sentía curiosidad acerca de su origen, nunca mencionó nada. Solo hasta que llegó a los 20 años, preguntó a sus padres si sabían algo de su adopción.
La respuesta fue sumamente inesperada para la joven, que creció completamente en la cultura estadounidense.
Dos décadas atrás, en 1995, Qian Fenxiang y Xu Lida, tuvieron una linda bebé. Sin embargo, debido a la política de un solo hijo impuesta por el régimen chino, la pareja no podía quedarse con ella, ya que era su segunda hija.
Incapaces de tomar la decisión de abortar, los padres pensaron que «incluso aunque no pudiéramos criarla, podríamos darla en adopción».
Los padres se las arreglaron para ocultar el embarazo y tres días después de su nacimiento, el padre llevó a la pequeña a un mercado. Con el corazón destrozado por abandonarla, le dio un beso como despedida y la dejó junto a una nota:
«Debido a la pobreza y a otros problemas no tenemos otra opción que abandonar a nuestra pequeña niña en la calle.
Gracias por salvar a nuestra pequeña hija y cuidarla. Si los cielos tienen sentimientos, si el destino nos une, entonces volvamos a encontrarnos en el Puente Roto en Hangzhou en la mañana del Festival Qixi dentro de 10 o 20 años».
Conmovidos por la nota dirigida a ellos, los padres biológicos de Kati decidieron esperar el tiempo pactado y responder la petición desesperada. En 2005, los padres enviaron un amigo para el encuentro en el puente citado.
«No queríamos involucrar a Kati en algo tan vago como esto, dijo Ken, según informó Inspire More. «Pero era importante para nosotros que los padres biológicos supieran que su hija fue adoptada por una familia que la quiere mucho y le brinda un buen hogar».
Pero el amigo de los Pohler llegó demasiado tarde, cuando los padres se había ido.
«Llegamos temprano y llevábamos un gran cartel con el nombre de nuestra hija y palabras similares a las que usamos en la nota original. Teníamos ganas de correr hacia todas las chicas que veíamos en el puente», relató Xu. «Fue horrible».
Pero la historia se hizo pública en una estación de radio, que pidió a los padres que se presentaran.
Asombrosamente ellos llegaron, lo que permitió que se estableciera el contacto entre los padres biológicos y los adoptivos. Sin embargo, fue hasta el 2017 que Kati viajó a China para encontrarse con Qian y Xu.
La joven relató a la BBC, poco antes de realizar el largo viaje al país oriental, que su más grande temor al encontrarse con sus padres biológicos era decepcionarlos de alguna manera.
«Obviamente ellos sienten que me defraudaron, pero también sé todo lo que sufrieron», compartió Kati.
Por su parte, los padres de la joven guardaron el dolor en su corazón, y confesaron que «diez mil perdones no serían suficientes».
Sin embargo, los tres lograron reunirse en el Puente Roto en Hangzhou, como habían pedido en la nota original.
El reencuentro, después de dos décadas, culminó con el abrazo de la madre suplicando el perdón de Kati, que a pesar de la barrera del idioma, trató de dar consuelo a sus padres.
«Ellos estaban atrapados en un sistema que estaba roto», expresó Kati. «Creo que hubo muchos pequeños momentos en los que pude ver lo que les importaba».
Mientras, sus padres adoptivos dijeron que con el reencuentro de Kati con sus padres en China, sabían que no la habían perdido, y estaban felices por ella.
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