Un bebé recién nacido fue horriblemente acuchillado y enterrado vivo en Tailandia. Gracias a Dios que una mujer que cuidaba la granja cercana escuchó sus llanto y al encontrarse con semejante escena llevó al bebé a un lugar seguro.
En febrero de 2016, una campesina, llamada Kachit Krongyut, llevaba sus vacas a pastar en su granja del distrito de Wangai, en la provincia de Khon Kaen, Tailandia, cuando escuchó algo que le sonaba a llanto. El sonido provenía de una área de tierra visiblemente removida.
Al principio, Kachit, que entonces tenía 53 años, pensó que alguien había enterrado un animal pequeño. Pero entonces, para su horror, vio que el pie de un bebé sobresalía parcialmente del suelo. En un intento desesperado por salvar al bebé, removió rápidamente la tierra con sus manos, informó The Mirror UK.
«Al principio, pensé que alguien había enterrado a su mascota viva, pero luego vi un pie», dijo a los medios de comunicación locales. «Traté de controlarme y pedí ayuda. El bebé fue enterrado con la cara hacia abajo».
Después de sacar al bebé de una tumba poco profunda de unos 20 centímetros de profundidad, vio que el bebé tenía lo que parecían ser heridas de cuchillo por todo su cuerpo. Parece que alguien había dejado morir al pobrecito.
El niño, ahora llamado Aidin, fue llevado inmediatamente al hospital de Wangai, donde los médicos determinaron que tenía 14 cortes con cuchillo, y basándose en viejos moretones en el estómago del niño, también determinaron que había sufrido abusos a largo plazo desde que nació. Los médicos dijeron que la presión del suelo ayudó a evitar que el afortunado bebé muriera desangrado por las puñaladas.
Posteriormente, Pornchai, el marido de la mujer, dijo a la policía que vio huellas de pisadas en el suelo, así como huellas de motocicletas en las cercanías. Esto llevó al descubrimiento de la sospechosa, una madre entonces de 42 años de edad que fue acusada de intento de asesinato y abandono de su hijo.
El pequeño Aidin se recuperó milagrosamente después de tres meses de tratamiento, y cuando estuvo más fuerte, el «bebé milagroso» fue llevado al orfanato Kaen Thong y pronto fue adoptado por una pareja sueca.
Supachai Pathimchart, del orfanato Kaen Thong, donde residía el niño, explicó que «[todos] los controles de seguridad se llevaron a cabo para asegurarse que Aidin vaya a un buen hogar. Estamos muy contentos de que vaya a un buen hogar y [vaya a] tener una vida cómoda. Sobrevivió a una experiencia muy mala, pero tiene mucho carácter y es feliz con su vida».
«Es muy afortunado. Unas horas más tarde y puede que no haya sobrevivido», señaló Pornchai. «Le irá bien en la vida, estamos seguros»
Tal crueldad es simplemente inimaginable, pero todos definitivamente debemos estar muy atentos para poder actuar cuando algo así se presenta. Lo importante es que nuestro corazón este siempre dispuesto a ayudar a esas almas inocentes que nos necesitan
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