Un niño de 10 meses de Queens, Nueva York, fue rescatado de un incendio en una casa en 2019, sufriendo quemaduras en más del 95 por ciento de su cuerpo. Sin embargo, a pesar de su escasa probabilidad de sobrevivir, recientemente celebró su tercer cumpleaños con los equipos de bomberos que le salvaron la vida.
El 21 de agosto, la familia de Liam Domínguez, que ahora tiene 3 años, dio la bienvenida a los miembros del Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York —de los equipos 307 y 316, la escalera 154— y al jefe de bomberos Johnson a una fiesta de cumpleaños temática de Barrio Sésamo en su casa de East Elmhurst.
«Poder asistir a su tercera fiesta de cumpleaños fue sin duda un día emotivo para todos nosotros», dijo el bombero del Equipo motor 316 Steven Keenan en una publicación de Facebook compartida por el departamento.
El 10 de julio de 2019, un incendio doméstico causado intencionadamente arrasó la casa de Liam. Su madre, Elizabeth Rodríguez, de 35 años, murió por las quemaduras que sufrió en el incendio, al igual que su hermana, Emma, de 6 años, y su abuelo Claudio, de 76 años.
Keenan encontró a Elizabeth abrazando a su hijo cerca de la puerta principal después que llegara su equipo. «Recuerdo haber atendido a Liam el día del incendio antes de transferirlo a los servicios de emergencia», dijo.
Liam ingresó en la unidad de quemados de un hospital infantil de Galveston, Texas. Su prima y madrina, Denise Moreno, mantuvo al FDNY informado sobre su recuperación.
Denise se enteró del incendio tras recibir una alerta del barrio en una aplicación de su teléfono.
«Esa noche los médicos dijeron que tenían menos de un 1 por ciento de probabilidad de sobrevivir», recordó, según Daily News. «Tanto él como Elizabeth tenían quemaduras en más del 95 por ciento de su cuerpo. No creo que nadie haya visto algo de este nivel».
Al llegar al hospital, vio que todo su cuerpo estaba «extremadamente hinchado» y que tanto sus ojos como su boca estaban «completamente cerrados», dijo a Daily Mail, y añadió: «Poco después, lo vendaron completamente para ayudarle a soportar la presión de las quemaduras y le colocaron un equipo médico para ayudarle a respirar».
Los médicos dijeron que sus intestinos estaban tan hinchados que, para salvar su vida, tuvieron que abrirle el estómago para aliviar parte de la presión.
Liam entró en coma inducido y fue sometido a una oxigenación por membrana extracorpórea, para bombear y oxigenar su sangre fuera del cuerpo y aliviar así el esfuerzo de su corazón y sus pulmones.
Durante un breve tiempo, su corazón se detuvo.
La familia rezó por Liam y por su madre; ella aguantó cuatro semanas hasta que perdió la batalla.
Liam fue sometido a injertos de piel, y a 35 cirugías, que incluyeron la amputación de su pie izquierdo y la extirpación de los dedos de su pie derecho y de un dedo de su mano izquierda para evitar una infección. Finalmente se fue a casa después de un año en el hospital.
La policía declaró que el incendio de la casa fue provocado intencionadamente por un allegado de la familia, David Abreu Nuñez, de República Dominicana, que estaba alojado con ellos y tomó represalias después que le pidieron que se fuera. Núñez también murió en el incendio.
Sin embargo, Liam demostró ser un luchador.
«Va a tener que pasar por mucha más terapia, pero creo que al final se recuperará para ser el niño más normal que se pueda llegar a ser», dijo Denise. «Hay muchas más cirugías en el camino, terapia física, cirugía para prótesis de piernas. Pero todo eso es factible».
Liam también está empezando a hablar, añadió.
Ahora, el niño está recibiendo cinco terapias en casa al día —para el habla, la deglución y el movimiento— y cuidados las 24 horas del día por parte de la hermana de su madre, Rafelina Moreno, una enfermera. Ella autorizó a los médicos reanimarlo cuando el corazón de Liam se detuvo en sus primeras semanas de recuperación.
A pesar de la preocupación de su familia de que pudiera ser juzgado por su aspecto al crecer, su madrina dice que todos los que conocen a Liam se sorprenden al enterarse de su proceso. A los 3 años, está rodeado de amor y sonrisas.
El salvador de Liam, Keenan, dijo que el niño está «destinado a hacer grandes cosas» y «hay un plan para él, por eso aún sigue aquí».
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