Una niña prematura que perdió a su hermano gemelo a las pocas horas de nacer ha demostrado ser una luchadora. Después de su gran esfuerzo por sobrevivir, regresó a casa con sus padres después de 14 meses en el hospital.
La bebé Ada Laurel Mesnard pesaba apenas 0.45 kg cuando, con solo 23 semanas, nació en el Vassar Brothers Medical Center de Nueva York en febrero de 2020. Su hermano, Weston, falleció 16 horas después de nacer.
El 12 de abril, Ada fue dada de alta en el Hospital Infantil Blythedale de Valhalla y se fue a casa, en Poughkeepsie, por primera vez.
Antes de salir del hospital, la pequeña pesaba unas saludables 19 libras (aprox. 8.6 kg).
«Usualmente se puede tener una buena idea de si va a haber algún problema serio a los 18 meses», dijo el pediatra Dr. Dennis Davidson a ABC7. «Ahora tiene 14 meses y es una rock star».
La madre de Ada, Laurena Mesnard, profesora de la Escuela Media Haviland en Hyde Park, esperaba con impaciencia la llegada de Ada a casa desde el primer día.
«Cada vez que veía que un bebé se iba a casa (…) siempre le susurraba a Ada: ‘Algún día te tocará, también te irás a casa'», dijo a la CBS.
Ada luchó mucho para salir del hospital. Al nacer, le diagnosticaron dificultades respiratorias, incluido un trastorno broncopulmonar y permaneció conectada a un respirador. También le colocaron una sonda de gastrostomía para alimentarse y tuvo problemas de audición.
La diminuta paciente fue trasladada entre el Centro Médico Westchester y Blythedale, soportando cuatro meses sin visitas de su padre Pierre, debido a las estrictas medidas de contención del virus. En septiembre empezó a recibir terapias intensivas de habla, de alimentación, terapia ocupacional y física y pasó los seis meses siguientes alcanzando hitos.
Además de aumentar de peso, Ada aprendió a sostener la cabeza, sentarse, jugar, comer purés y leche de fórmula, empezar a comunicarse e incluso respirar por sí misma.
La pequeña luchadora celebró su primer cumpleaños en Blythedale, donde recibió casi 100 tarjetas de felicitaciones de personas de Nueva York y de los estados vecinos. Sin embargo, su día fue agridulce. Puede que el camino de Ada haya sido un milagro, pero sus padres han sentido la ausencia de su hermano.
Al salir del hospital, Laurena y Ada sostenían un cartel escrito a mano que decía: «Después de 408 días, por fin me voy a casa con mis padres». La niña se fue a casa con una traqueotomía, que sus padres aprendieron a mantener.
Para apoyar el proceso de Ada, los amigos de la familia abrieron una página de crowdfunding para ayudar a cubrir los crecientes gastos médicos. «Esta niña marca su propio destino», publicó la organizadora Melissa Ann el 11 de marzo. «Los médicos le dan un plazo para lograr algo y ella lo supera. No hay quien sujete a esta niña (…) Está destinada a ser grande».
Laurena y Pierre, agradecen al equipo de rehabilitación de Ada y tan solo esperan pasar un «tiempo familiar normal» en casa con su encantadora hija.
La madre confía en que su bebé conquistará montañas. «Espero que consiga todo lo que la haga feliz», dijo Laurena al recibir el alta de Ada. «Ha pasado por muchas cosas y espero que pueda encontrar lo que realmente le gusta en la vida».
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