Un bebé resistente que nació a las 21 semanas desafió un cero por ciento de posibilidades de sobrevivir. Después de superar todas las dificultades, el bebé de 7 meses es uno de los más jóvenes del mundo en sobrevivir.
Elizabeth y su esposo, Rick Hutchinson, oriundos de Somerset, Wisconsin, estaban muy felices al enterarse que ella estaba embarazada en febrero de 2020, después de años de lucha de la pareja por concebir.
Sin embargo, en junio, cuando la futura madre presentó algunas molestias, los médicos descubrieron que Elizabeth ya tenía 3 centímetros de dilatación. El 5 de junio de 2020, a las 21 semanas y 2 días, el bebé Richard nació pesando menos de una libra (aprox. 454 g).
«Cuando vi a Richard por primera vez estaba muy nerviosa y asustada», dijo Rick a The Epoch Times por correo electrónico. «No estaba seguro de si iba a sobrevivir, pero me sorprendió lo pequeño y frágil que era».
Sin acceso a programas neonatales cerca de la casa de la familia Hutchinsons, Richard fue transferido a un programa neonatal de Nivel IV en The Mother Baby Center, una asociación entre Children’s Minnesota y Allina Health.
Sin embargo, los médicos del Children’s Minnesota en Minneapolis no estaban seguros si Richard, que podía caber en el tamaño de una palma, lo lograría.
A pesar de las escasas probabilidades, Rick y su esposa, que son creyentes pro-vida, querían darle a su recién nacido la oportunidad de luchar.
«Creemos que todo niño merece una oportunidad, aunque la gente nos dijera que era demasiado joven para lograrlo», dijo Rick. «Dios estaba cuidando [a Richard]».
Sin embargo, lo que sucedió después del nacimiento de Richard puso a los padres en una «montaña rusa emocional».
Cuando nació, en lugar de tener pulmones desarrollados, Richard tenía pequeños sacos de aire. El bebé necesitó un fluido intravenoso, un tubo de respiración y apoyo para la presión sanguínea, ya que el oxígeno había dejado de fluir a su cabeza, reportó Good Morning America.
Para la neonatóloga Dra. Stacy Kern, Richard era uno de los bebés más jóvenes que cuidaba. «Sabemos que muchas UCIN del mundo ni siquiera están resucitando a los bebés nacidos a las 22 semanas», dijo.
En las siguientes semanas, el diminuto cuerpo de Richard estuvo conectado a dos ventiladores para que pudiera seguir respirando, pero a pesar de eso, el nivel de oxígeno del pequeño comenzó a disminuir.
Kern estaba preocupada por lo que pudiera suceder y llevó a Elizabeth a Richard para que pudiera despedirse de su bebé. Sin que Kern y Elizabeth lo supieran, apenas la madre tocó a su hijo, las cosas empezaron a cambiar.
«Ella le puso la mano encima y de repente su saturación de oxígeno subió hasta los 80 y 90, y yo la miré y dije: ‘Supongo que solo necesitaba a su madre'», dijo Kern. «Fue una de las cosas más increíbles que haya visto. Continuó sorprendiéndonos día tras día».
A lo largo de las pruebas que siguieron, los nuevos padres no se dieron por vencidos y se aparecieron todos los días conduciendo durante una hora para estar al lado de su pequeño hijo. «Nos aseguramos de estar ahí para darle apoyo», dijo Rick. «Creo que eso le ayudó a superar esto porque sabía que podía contar con nosotros».
A medida que el valiente niño comenzó a mejorar cada día que pasaba, los médicos le quitaron el tubo de respiración el día 65 y le aplicaron presión positiva en las vías respiratorias durante 45 días, y luego oxígeno de alto flujo.
Sin embargo, Kern dijo a KTSP que no se está investigando mucho sobre cómo cuidar a un bebé de solo 21 semanas, pero el equipo médico de Richard aprendió a través del proceso de cuidarlo.
El 4 de diciembre, el saludable niño de 6 meses se fue a casa con sus padres a tiempo para la temporada de vacaciones. «Creo que Richard ha sorprendido a todos en Children’s Minnesota. Nos ha enseñado que los bebés pequeños como él pueden ser muy resistentes», dijo Kern.
Richard todavía necesita muchos cuidados. Sus padres tuvieron que aprender resucitación cardiopulmonar y asistir a otras clases en caso de emergencia, mientras que el pequeño aún depende de un tubo de alimentación.
A pesar de todo, sus padres no podrían estar más contentos de tener al precioso niño en casa.
«Estamos muy emocionados y felices de tenerlo en casa», dijo Rick a The Epoch Times por correo electrónico. «Todavía tiene sus luchas, sin embargo es fuerte y supera cualquier obstáculo que se le presente en el camino!».
Rick también reflexionó sobre algunos momentos sorprendentes que tuvieron en el camino a pesar de todos los desafíos. «Los mejores momentos han sido cuando miro a mi hijo y veo su cara sonriendo. O cuando intenta responderme cuando le hablo», recordó Rick.
Sin embargo, el mejor momento «absoluto» que el padre admite es «cuando los veo a él y a mi esposa durmiendo, sé que esto es lo que siempre quise».
A medida que Richard crece y sorprende a sus padres, aún no se sabe qué tipo de complicaciones de salud a largo plazo podría sufrir. La familia Hutchinson comparte un seguimiento del viaje de su bebé en un grupo de Facebook y también creó una página de GoFundMe para recaudar fondos para sus gastos médicos.
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