Un bebé prematuro que nació a las 28 semanas de gestación tenía solo un 20 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Sin embargo, ha superado las probabilidades que tenía en contra y logró un hito al celebrar su primer cumpleaños.
Riley Patterson, de Aughnacloy, Irlanda del Norte, nació el 20 de junio de 2019, con un peso de apenas 1 libra y 12 onzas (aprox. 794 g). Según RTE, el padre del bebé Riley, John, dijo que era tan pequeño que el anillo de bodas del padre cabía en su pierna.
En su corto curso de vida, el bebé Riley ha sufrido una serie de problemas de salud. El bebé prematuro nació con dos agujeros en el corazón, una enfermedad metabólica y una enfermedad pulmonar crónica e incluso desarrolló enterocolitis necrotizante (ECN) dos veces, informó Caters News.
La ECN es una enfermedad grave que se desarrolla en los bebés prematuros afectando su intestino. La condición afecta el revestimiento interno del intestino grueso o delgado, causando su inflamación, según The Healthline.
La madre de Riley, Victoria, dijo a Caters News que un seguimiento de 20 semanas había confirmado que el bebé en gestación tenía un defecto cardíaco y los médicos dijeron que se trataba de un defecto septal ventricular (VSD).
«Empecé a enfermarme bastante cuando estaba embarazada», dijo Victoria, «mi presión sanguínea siguió aumentando y luego desarrollé preeclampsia, lo que significó que estuve en el hospital cada dos semanas entre la semana 23 y la 28».
Durante la 28ª semana de embarazo de Victoria, un consultor del Hospital Real de Belfast dijo que el pronóstico no era bueno y pidió a las enfermeras que se prepararan para una cirugía de emergencia. «Me dijeron que las cosas no se veían bien y que la prioridad principal era salvar mi vida, así que estaba convencida que no tendríamos un bebé al final de la cesárea», dijo Victoria.
Recuerda que el día del nacimiento de Riley, Victoria estaba aterrorizada ya que habían 19 personas en el quirófano. Los médicos le aseguraron que el recién nacido respiraba, pero a la nueva mamá se le permitió sostener a su bebé durante solo 30 segundos antes de llevarlo a la unidad de cuidados intensivos del hospital.
Durante el primer mes, los padres de Riley temieron por su vida y trataron de disfrutar cada día como si fuera el último. En los primeros seis meses de su vida en el hospital, Riley mostró una fuerza increíble siendo un pequeño luchador mientras el personal médico trataba de salvarle la vida.
Se suponía que el niño iba a ser sometido a una cirugía a corazón abierto cuando tuviera 8 semanas, pero «era demasiado pequeño para operarlo».
Cuando cumplió 4 meses, Riley se sometió a su primera cirugía a corazón abierto en octubre de 2019. Victoria compartió que durante este tiempo, su bebé había dejado de tomar biberones y le pusieron un tubo de alimentación NG. Incluso después de la cirugía, sus padres se dieron cuenta de que necesitaban mantener la sonda nasogástrica puesta durante más tiempo.
En una noche horrible, dijo Victoria: «Hubo un punto en el que dejó de respirar y las enfermeras tuvieron que resucitarlo —fue aterrador y una de las peores noches».
Sin embargo, Riley luchó con fuerza y después de seis meses se le permitió unirse a su familia en casa pesando 5 libras (aprox. 2 kg). «Nos instalamos después de unos días y nos convertimos en una pequeña familia», compartió Victoria.
En marzo de este año, Riley se sometió a otra operación de corazón en el Children’s Health Ireland (CHI) que le salvó la vida, ya que los médicos temían que pudiera tener una insuficiencia cardíaca. La familia Patterson estaba preocupada de si su bebé de 9 meses recibiría los cuidados que necesitaba debido a la pandemia, según RTE. Sin embargo, siguieron adelante con la cirugía y Riley ya fue dado de alta.
Ahora, mientras celebraba su primer cumpleaños, sus padres están maravillados y asombrados por él. «Celebramos un pequeño cumpleaños para él […] y fue genial. Lo está haciendo muy bien y estamos tan bendecidos de tenerlo aquí con nosotros», dijo Victoria. «Estábamos disfrutando cada día con él como si fuera a ser el último».
Riley, que ahora pesa 14 libras (aprox. 7 kg), sigue con una sonda nasogástrica debido a la falta de ingesta de líquidos, pero definitivamente su familia está feliz con su progreso.
Victoria también está increíblemente agradecida con TinyLife, una organización benéfica para bebés prematuros en Irlanda del Norte, por el inmenso apoyo que le brindaron durante el primer año de vida de Riley.
«Animaría a otras madres a crear una comunidad con otras madres prematuras», dijo Victoria, «para que tengan un sistema de apoyo de personas que entiendan su situación y por lo que están atravesando».
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