Un bebé prematuro al que solo se le dio un 10 por ciento de probabilidades de sobrevivir al nacer se encuentra ahora muy bien.
Reggie Sturgess, de 2 años, pesaba solo 2 libras y 1 onza cuando nació por cesárea de urgencia a las 26 semanas. La mano del recién nacido era más pequeña que el anillo de boda de su madre. Tuvo que ser reanimado tres veces tras nacer y sufrió septicemia. Pero, contra todo pronóstico, sobrevivió.
«Es el niño más increíble», dice Kate, de 37 años, madre de seis hijos en Southampton, Hampshire, Inglaterra. «Es increíble verle hacer todas las cosas que siempre esperamos que hiciera».
Kate, a quien antes le habían dicho que no podía tener hijos, dice que sus otros cinco hijos fueron partos normales a término, por lo que «tener un bebé tan pequeño fue algo totalmente distinto».
«Va más allá de todo lo que imaginas que sería», dijo. «Era como un pájaro recién salido del huevo, y su piel era transparente, así que se veían todos sus huesitos».
Kate descubrió que estaba embarazada de Reggie en mayo de 2020. El embarazo parecía normal, y Kate y su marido, Matt, de 35 años, tuvieron una revelación de género en octubre. Pero ella notó dolores inusuales mientras veía la televisión el 27 de noviembre de ese año. Preocupada, la pareja se fue al hospital a las 6:30 p.m., pero a los 10 minutos ya estaba en trabajo de parto. Llamaron por teléfono y un enorme equipo de médicos se reunió con ellos a las 6:50 de la tarde.
Kate fue operada mientras los médicos luchaban por encontrar el latido del corazón de su bebé. Dos horas más tarde se despertó en la sala de recuperación y se enteró de que su bebé estaba en cuidados intensivos y, debido a las restricciones de COVID, Matt tuvo que esperar fuera.
Alrededor de medianoche, conoció a Reggie a través de un agujero en la incubadora. Le estaban administrando antibióticos para la septicemia y las enfermeras le dijeron que lo tomara hora a hora.
«Me asusté mucho al verlo, porque lo quería mucho pero tenía mucho miedo de perderlo», dijo. «Me dijeron que tenía menos del 10 por ciento de posibilidades de sobrevivir. Estaba en estado de shock y petrificada; nada te prepara para lo vulnerables que son».
«En pocas horas, había pasado de ver la tele a tener un bebé en estado crítico con respiración asistida».
Los médicos dijeron a los padres que Reggie había contraído septicemia en el útero, lo que pudo provocar que Kate se pusiera de parto antes de tiempo. Pasó siete semanas en una incubadora antes de ser trasladado a otra cuna. A las seis semanas se le colapsaron los pulmones y sufrió múltiples infecciones a lo largo de las semanas. Kate se extrajo leche materna y Reggie fue alimentado por sonda durante nueve semanas.
Tras una operación ocular con láser por desprendimiento de retina en ambos ojos, finalmente se fue a casa en la fecha prevista, el 3 de marzo de 2021.
Reggie está conectado a oxígeno todo el tiempo. Pero eso no le ha impedido convertirse en un niño feliz. Su familia lo lleva al parque para que pueda jugar con sus cinco hermanos.
«Somos muy afortunados de haber podido traer a casa a nuestro bebé, que lleva una vida feliz y plena», dice Kate.
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