El 17 de agosto del 2012, esta pequeña bebé casi muere en manos de su propio padre cuando tenía solo 8 meses de edad. La mitad de su cerebro tuvo que ser removido. A pesar de ello, ¡siempre lleva una sonrisa en la cara!
«Solo se necesitan unos segundos para cambiar las cosas para siempre, unos segundos de frustración y rabia para causar lo impensable», escribió la madre de Cheyenne, Amy Owensby, en la página de Facebook Prayers for Cheyenne (Oraciones por Cheyenne).
Cuando Cheyenne Rae tenía 8 meses, su madre le pidió a su padre, James Davis Jr. que la cuide, pero en menos de dos horas el horror invadió sus vidas.
«Dejé a mi feliz y saludable bebé de 8 meses con su papá por la noche. Una hora y media después, recibí la llamada que cambió mi vida para siempre. Mi dulce bebé no respiraba», escribió Amy.
Cheyenne, del condado de Spartanburg, Carolina del Sur, fue enviada al Greenville Memorial Hospital en avión.
La pequeña tenía el cráneo agrietado y sangrado cerebral, y no tenía muchas esperanzas de sobrevivir. Pero después de un mes, fue enviada a casa, lo que fue un milagro a los ojos de sus familiares. Cheyenne podía responder a su familia y a veces también se reía.
El padre, que ya estaba separado de la madre de Cheyenne, confesó haber sacudido a Cheyenne mientras la cuidaba en ese fatídico día. Más tarde fue condenado a 10 años de prisión por casi provocar la muerte de su propia hija bajo el síndrome del niño sacudido.
«El hombre del que estaba enamorada, mi primer amor, mi novio de la secundaria, un tipo que conocí y con quien compartí una vida de casi 10 años, le hizo esto a NUESTRA hija. Todo mi mundo se vino abajo», dijo Amy.
Cheyenne tuvo que ser alimentada por sondas durante al menos un año, reportó goupstate.com. Fueron tiempos difíciles tanto para la niña como para su madre durante el lento proceso de recuperación.
«Cheyenne era una niña feliz, sana y próspera; ahora lucha por hacer cosas que dominaba hace meses», escribió la madre. «Lo está haciendo de maravilla, pero sigue siendo desgarrador ver su frustración cuando no puede hacer algo, por mucho que lo intente, que suele requerir un ‘no’ esfuerzo».
Amy también compartió que su niña era completamente incapaz de caminar debido a problemas de equilibrio.
«Ella literalmente lucha DIARIAMENTE por lo que le hicieron… no puede sostener una muñeca y su taza a la vez, tiene que elegir qué preferirá sostener en ese momento a.c. una mano no está funcionando», publicó Amy en mayo de 2015.
Además, tampoco podía controlar su pie derecho ni mover su mano derecha porque le extirparon el cerebro del lado el izquierdo.
Pero afortunadamente, ¡Cheyenne se puso cada vez mejor!
A los 5 años, Cheyenne podía saltar y jugar afuera felizmente, según publicó en su página de Facebook.
«Amo a Cheyenne más que a la vida misma, esperé años para tenerla y con gusto daría mi vida por ella cualquier día de la semana…», escribió la madre cuidadosa y cariñosa. «Todo lo que siempre he querido es lo mejor para ella, esta niña ha sido todo para mí».
Ahora, Cheyenne es una hermosa y adorable niña de 7 años. Mira sus fotos recientes en su nueva página de Facebook Keeping up with Cheyenne (Manteniéndose al día con Cheyenne).
Nos alegramos de que todo vaya bien para la niña. ¡Sigue manteniéndote firme dulce Cheyenne!
¿Te gustó este artículo?
Entonces, te pedimos un pequeño favor. Compártelo en tus redes sociales, apoya al periodismo independiente y contribuye a que tus amigos se enteren de las noticias, información e historias más interesantes. Tardarás menos de un minuto. ¡Muchas gracias!
Pequeña niña se conmueve hasta las lágrimas cuando conoce a su donante de médula
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.