El bombero sudafricano Prince Zwide Masuku puede que no haya llegado a tiempo al encontrarse con una familia de tres personas en peligro, pero eso no le impidió salvar sus vidas.
Masuku, de 32 años, conducía hacia su casa por las calles inundadas después de un turno de noche en la estación de bomberos de Fairview el 1 de noviembre cuando vio cómo un auto se salía de la carretera. El vehículo rodó cerca del Estadio Huntersfield en Katlehong y se estrelló contra un embalse.
«Estaba conduciendo por el carril contrario y vi que el auto se desvió e inmediatamente hice un giro en U, me detuve y salté al agua para sacar a la familia del vehículo», relató Masuku en Sowetan Live.
Después de las fuertes lluvias, el agua del embalse había subido hasta la altura de los hombros. Mientras los espectadores sacaban sus teléfonos para grabar la escena, Masuku entró al embalse sin dudarlo y se dirigió hacia el auto donde estaba la familia Tshabalala de tres integrantes.
«El entrenamiento de los bomberos actuó, el miedo se fue, la familia fue mi prioridad», dijo Masuku brevemente. «Así que empecé por comprobar de dónde venía el agua».
Masuku sacó del auto a una chica de 18 años con su mochila escolar, luego a su hermano de 9 años y finalmente a su madre. El bombero vendó la cabeza del chico, creyendo que se había golpeado contra el panel del vehículo cuando se salió de la carretera.
Masuku —que sostiene que los testigos siempre deben tratar de ayudar, en lugar de mirar o grabar con sus teléfonos— recibió apoyo fuera del agua por varios transeúntes, y uno de ellos llamó a una ambulancia.
Cuando los paramédicos llegaron a la escena, colocaron cuidadosamente a la madre en una tabla de la columna vertebral, reportando dolor de cuello, antes de trasladar a la familia al hospital para su evaluación. Masuku los visitó después en su casa; la madre tenía un collarín, el hijo tenía algunos puntos de sutura en la cabeza, y la hija todavía estaba lidiando con el trauma, dijo, y posiblemente le ayude un poco de asesoramiento.
Afortunadamente, los tres escaparon con vida.
El bombero compartió sus reflexiones sobre el dramático rescate cuando estaba fuera de servicio en Facebook. «Definitivamente no dejaré de orar por la fuerza y la energía, el corazón valiente que Dios logró darme hoy», escribió. «Este día ha sido el punto culminante de mi carrera y como hombre en la sociedad».
Masuku dijo brevemente que cuando era niño, señalaba a todos los camiones de bomberos que veía y «se volvía loco». Nunca quiso ser otra cosa que un bombero.
Hoy, Masuku es mentor de los bomberos del futuro hablando en eventos educativos, incluyendo su propia antigua escuela secundaria y su antigua escuela de bomberos. Se mantuvo firme en su sueño de trabajar para los demás y salvar vidas, un sueño ejemplificado por sus acciones heroicas del mes pasado.
«Hicimos un juramento para ayudar a la comunidad, así que esta fue una de las cosas que hice fuera de servicio», reflexionó Masuku. «No iba a pasar por aquí aunque estuviera fuera de servicio o no».
El comandante de la estación de bomberos de Fairview, Michael Matlawe, elogió a Masuku por ser «un tipo muy tranquilo, sereno, puntual y muy comprometido con su trabajo».
El 6 de noviembre, Masuku recibió un saludo del escuadrón de instrucción, de la ciudad de Johannesburgo, marcharon en formación en su honor, por su heroísmo.
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