El Departamento de Bomberos de Stanford en el estado de Nueva York organizó un tributo patriótico de casi 3000 banderas pequeñas en honor a los que perdieron sus vidas en los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Filas de rojo, blanco y azul junto a las banderas rojas de los bomberos adornan los terrenos de las afueras del edificio municipal de Stanford, y en conjunto forman las torres gemelas, que recorren el césped de arriba a abajo.
«Dije que esto iba a ser un montón de trabajo pero creo que sería muy bueno si lo hiciéramos en el edificio municipal», dijo Edward Zick, vicepresidente de la Compañía de Bomberos de Stanford, a Poughkeepsie Journal. Al final de la reunión, cuando presentó la idea por primera vez, el departamento acordó por unanimidad llevarlo a cabo.
Las fotos del monumento se pueden ver aquí.
Las 2978 banderas se colocaron el 3 de septiembre, además de las 343 banderas rojas para crear la forma de las torres gemelas, cada una representa a uno de los bomberos que murieron en el ataque. Setenta y una banderas estadounidenses se adornaron con un lazo azul para representar a los 70 policías y a un perro policía de la Autoridad Portuaria que murieron. Las restantes 2564 banderas estadounidenses representan a todos los civiles que murieron.
«En parte, queríamos dar una lección de historia a los niños», reflexionó Zick; «es fácil decir que nunca lo olvidaremos, pero los niños de hoy en día no lo comprenden totalmente».
Los bomberos de Stanford colocaron cada bandera con sus manos, con ayuda de los residentes de la comunidad local, quienes proporcionaron una comida en el parque de bomberos para celebrar la finalización de la exhibición. La noche siguiente se realizó una marcha encabezada por un gaitero ceremonial.
El tributo permanecerá en exhibición hasta el 19 de septiembre.
Para el Departamento de Bomberos de Stanford, el homenaje tiene un significado especial, dado que el departamento perdió a uno de los suyos, el teniente Dennis Gilhooly, en diciembre de 2019 debido a las lesiones sufridas en las labores de socorro del 11 de septiembre.
Gilhooley trabajó durante 20 años en el Departamento de Policía de Nueva York y luego se retiró y se unió al servicio de bomberos, según reportó la revista Hudson Valley. Fue el bombero neoyorquino número 199 en morir por lesiones relacionadas con el 9/11.
Su esposa, Laura Gilhooley, desplegó la gran bandera central del edificio municipal durante la ceremonia del 4 de septiembre en honor a su difunto marido. Y sus camaradas contribuyeron con un homenaje propio.
«Sentimos que debíamos tener algo especial, aunque no fuera parte de los 2978», dijo Zick a los medios de comunicación. El equipo dispuso poner el casco y la chaqueta del teniente caído, con el número 39 blasonado, entre las torres gemelas.
«Puedo decir sinceramente que no había un ojo seco en el momento que se hizo», dijo Zick.
El vicepresidente de la compañía de bomberos explicó que su inspiración del despliegue de la bandera vino de recorrer en auto homenajes similares a los bomberos de la vecina Massachusetts. El tributo colectivo, dijo, es un acto para recordar.
«Esto cambió nuestra historia, cambió la forma en que funcionamos en el mundo debido a ese día», dijo sobre el 9/11. «Había mucha gente en el lugar equivocado en ese momento, muchos de estos bomberos cuando entraron al edificio no sabían que iba a colapsar, y no podemos dejar que eso se olvide».
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