La rutina anual de Charles George Courtney en el Korumar Hotel Deluxe de Kuşadasi, Turquía, parecía ordinaria hasta que su último acto de generosidad conmovió a todo el personal. Este turista británico, cliente habitual del establecimiento, dejó una parte de su herencia a varios empleados del hotel, entre ellos Taskin Dasdan, un botones con quien forjó una amistad inolvidable.
Dasdan, quien ha trabajado en el hotel desde 1990, recibió la noticia con una mezcla de sorpresa y emoción. «Charles George Courtney nos quería mucho […] Nos trató como si fuéramos parte de su propia familia», compartió el botones con el medio local Turizm Ajansi, revelando la profundidad del vínculo que se había formado a lo largo de los años.
La historia, reportada por el Daily Mail, destaca cómo una relación que comenzó con el simple gesto de cargar una maleta se transformó en una conexión que trascendió fronteras y generaciones. El Sr. Courtney, ya en su tercera edad, encontró en Dasdan no solo un empleado eficiente, sino un amigo confiable.
«Cuando venía al hotel después de su reunión, incluso me confiaba su dinero y me lo pedía cuando lo necesitaba», recordó Dasdan, ilustrando el nivel de confianza que Courtney depositó en él. Esta relación, sin embargo, no era exclusiva. Dasdan enfatizó a la Agencia Anadolu: «En el hotel, tratamos a todos por igual, los tratamos como familia, no como turistas».
El lazo entre ambos se fortaleció aún más en 2014, cuando el Sr. Courtney enfermó y fue hospitalizado en Izmir. Dasdan y sus compañeros no dudaron en visitarlo, demostrando que su preocupación iba más allá de una simple cortesía profesional.
Fue durante una de estas visitas cuando Courtney insinuó sus intenciones. «Fue muy ingenioso y amable. Nos dijo que quería darnos ayuda económica para la educación de nuestros hijos», relató Dasdan. «No me lo tomé demasiado en serio hasta que recibí una carta enviada por el consulado».
Esa carta confirmaba lo impensable: el Sr. Courtney había dejado en su testamento casi 50,000 liras turcas (unos 6030 dólares) para Dasdan que quedó en shock por la emoción. Este gesto no solo benefició al botones, sino también a otros empleados del hotel que habían tocado el corazón del viajero británico.
La gerencia del Korumar Hotel Deluxe, conmovida por esta muestra de afecto, decidió honrar su memoria de una manera especial. La habitación 401, donde el turista solía hospedarse, fue rebautizada como «Charlie» tras su fallecimiento en 2017, creando un recuerdo permanente de su presencia en el hotel.
Esta ejemplo de amistad y generosidad trasciende las barreras culturales y nos recuerda el impacto duradero que podemos tener en las vidas de otros, incluso en los lugares más inesperados. El legado del Sr. Courtney va más allá del dinero; es un testimonio del poder de la bondad y la conexión humana.
Mientras el mundo sigue girando y nuevos huéspedes llenan las habitaciones del Korumar Hotel Deluxe, la historia de Charlie y Taskin permanece como un recordatorio silencioso de que, a veces, las amistades más profundas se forjan en los encuentros más casuales.
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