Boxeador se convierte en influencer y reconocido escritor tras superar fuerte adicción al alcohol

Ed Latimore, profesional en superación personal, encontró su propia estrategia para el éxito. Se trata de un enfoque práctico y estoico, que aprendió a través de sus dificultades, incluyendo el crecer en la pobreza y lidiar con problemas de alcohol.

Infancia

Latimore, de 35 años, creció en un proyecto de viviendas en Pittsburg, donde la pobreza y la violencia eran el pan de cada día. Cuando tenía tan solo 3 años, fue testigo del asesinato de otro niño de su barrio. Mientras crecía, se veía obligado a defenderse todos los días.

«Una de las cosas que no recuerdo es haber tenido es una sensación de seguridad en algún lugar», dijo Latimore.

Latimore estableció dos mecanismos para afrontar la adversidad que lo mantenían tranquilo, fuerte y alejado de los problemas que lo rodeaban. Su primer método fue jugar videojuegos, en particular a los juegos de rol que presentaban una extensa narrativa. Su juego favorito era Final Fantasy. También era un ávido lector, y su madre le recalcó el valor de los libros. Ambas cosas le impedían interactuar ampliamente con el entorno que le rodeaba.

Pero sabía que en algún momento tendría que relacionarse con los demás. Así que aprendió a ser divertido y carismático para apaciguar las situaciones violentas. El humor también le hizo olvidar el estrés que le rodeaba. A la vez, tuvo que encontrar un equilibrio entre ajustarse y convertirse en alguien que no quería ser.

«No quería ser alguien con quien todo el mundo se metiera», dijo Latimore. «Pero tampoco tenía interés en seguir a la multitud o hacer lo que fuera necesario para ser un chico así».

Latimore también aprendió a controlar sus emociones de forma proactiva y a disimular lo que no le gustaba de los demás. Todos intentaban provocarlo, pero él se abstenía de reaccionar, ya fuera en la escuela o en casa.

«Si la gente no sabe qué puede molestarte, recuperas mucho poder. Le quitas a esa persona la posibilidad de manipular tus emociones», dijo Latimore.

Resentimiento y crecimiento

Cuando Latimore llegó a la escuela secundaria, encontró un mundo totalmente diferente al entorno en el que había crecido. Obtuvo un cupo en una escuela respetada a nivel nacional a través de un sorteo y, por primera vez, fue a clase con personas de clase intermedia y media-alta. Los estudiantes con los que ahora se relacionaba no habían experimentado la pobreza, la delincuencia y la violencia que él vivió durante sus primeros años de formación. Latimore empezó a practicar deportes y a participar en clubes extraescolares, pero aún se sentía algo fuera de lugar.

Aunque la escuela le ofrecía nuevas oportunidades, Latimore luchaba por adaptarse. Por primera vez en su vida, vio familias integradas y bien adaptadas. Su origen era diferente, y le molestaba la pobreza y la violencia en las que había crecido.

«Sentía que me toleraban», dijo Latimore.

Cuando Latimore llegó a la edad adulta, sintió que podía sentir que pertenecía al grupo bebiendo. Las fiestas hacían que se sintiera aceptado, y construyó una identidad en torno a la libertad. Pronto, la única forma de socializar y divertirse fue con el alcohol.

Latimore reconoció que tenía un problema cuando empezó a escuchar historias sobre su comportamiento mientras estaba ebrio, así que intentó abordar el problema primero controlando su consumo de alcohol. Sin embargo, surgieron cada vez más accidentes y problemas, incluso cuando intentaba beber con moderación. Afortunadamente, el punto crítico estaba a la vuelta de la esquina.

A los 27 años, Latimore tenía un trabajo modesto y pensó cambiar su vida. Había pasado la última década como boxeador amateur y bebedor profesional, y no le gustaba en lo que se había convertido. Después de fracasar en la universidad, decidió enlistarse en la Guardia Nacional del Ejército para obtener una segunda oportunidad de educación superior.

Cuando Latimore llegó al entrenamiento básico, afrontó una realidad estremecedora: no podía beber durante 10 semanas. Al terminar en diciembre de 2013, se fue inmediatamente. Despertó en casa de un amigo y empezó a pensar en todo lo que podía perder: el Ejército, la universidad, una carrera de boxeo profesional y a su prometida.

«Estuve pensando en todos los problemas que tuve, en todos los fracasos que tuve, y el común denominador fue el alcohol», dijo Latimore.

Superándose a sí mismo

Latimore decidió probar la vida sin alcohol y se fijó objetivos a corto plazo para mantenerse sobrio. Después de dos años, se sintió a gusto con su vida sin alcohol. Había conseguido respeto por sí mismo y por los demás. Además, al permanecer sobrio y escribir sobre su experiencia animó a otros a intentar dejar de beber. Dejó el alcohol desde el 23 de diciembre de 2013.

Desde siempre, a Latimore le gusta contar historias y ha escrito sobre muchas de sus experiencias en su plataforma online Stoic Street-Smarts. Sus artículos van desde «El Hagakure: las 10 mejores citas e ideas» (lecciones de una guía de samuráis) hasta «Cómo ser más agradable con los demás: 5 estrategias que me han funcionado«.

Además de obtener una gran cantidad de seguidores en su plataforma web, también es un escritor con éxito de ventas. A través de sus artículos e ideas, desarrolló un enfoque práctico de la filosofía estoica para la época moderna.

Su enfoque se divide en el dominio de tres categorías: mental, física y emocional. Ha aprendido a dominar los tres pilares a partir de sus propias experiencias de vida, y resalta que son apoyos críticos en la misión de cualquier persona para su desarrollo personal.

«Esa es la base fundamental de toda superación personal», afirmó.

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