Todos los jugadores se pusieron de pie para escuchar el himno nacional antes del partido de los Browns de Cleveland y los Bengals de Cincinnati el jueves en la noche en el estadio FirstEnergy.
Ningún jugador de ambos lados se arrodilló, y los rivales del estado se unieron a los integrantes del equipo contrario y a los entrenadores en el centro del campo para dar un aparente mensaje de unidad.
El domingo pasado, tres compañeros del equipo de Cleveland —el defensa Myles Garrett, el receptor KhaDarel Hodge, y el seguro Ronnie Harrison— se arrodillaron antes del partido de la primera semana contra los Baltimore Ravens.
Garrett declaró que el gesto de protesta no pretendía ser una ofensa.
«Solo era un mensaje. Sin faltarle al respeto a nadie que haya prestado servicio al ejército o a alguien que esté en las fuerzas de seguridad o que esté prestando servicio en este momento», dijo. «Cualquiera que haya trabajado para las fuerzas de seguridad que yo conozca, no creo que lo tome como una falta de respeto. No es eso. Si vamos a cambiarlo, nos preocuparemos de eso la semana que viene. Pero mi decisión de hacer eso no ha influido en mi juego o tampoco influye en mi conciencia. Después de eso, estoy en modo de juego».
La presentación de los Browns y Bengals del jueves pareció imitar un acto similar una semana antes cuando los Kansas City Chiefs y los Houston Texans se unieron de brazos después del himno en el Estadio Arrowhead.
El mensaje pretendía llamar la atención sobre la injusticia racial, aunque fue abucheado por algunos aficionados.
Este domingo, los Browns se enfrentarán cara a cara con Washington en el estadio FirstEnergy, mientras que los Bengals competirán contra las Águilas de Filadelfia en el Lincoln Financial Field.
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