Una camarera preocupada que acudió a ayudar a un niño maltratado, sentado con su madre y su padrastro en su lugar de trabajo, podría haberle salvado la vida.
Al llamar la atención del niño con una nota discreta, la camarera comprobó que necesitaba ayuda y llamó al 911.
La camarera de Orlando, Florida, Flavaine Carvalho, empezó a sospechar cuando al niño de 11 años se le prohibió pedir comida durante la visita de su familia al restaurante Mrs. Potato el 1 de enero, informó la CNN.
«No se niega la comida a un niño, especialmente en un restaurante», dijo Carvalho a la CNN.
«Solo pensé que tenía que hacer algo», dijo. «No podía ver cómo se iba sin ninguna ayuda».
Carvalho, que también es madre, estaba cubriendo un turno en su día libre cuando se dio cuenta de que el niño tenía moretones en los brazos y la cara y un gran rasguño en la frente. Así que decidió intervenir.
«Lo sabía», añadió, «que tenía miedo o no se sentía cómodo diciendo que necesitaba ayuda».
Carvalho escribió: «¿Estás bien?» en un papel y lo sostuvo a la vista del niño, aunque protegido de sus padres, debido a la posición de su mesa en el restaurante. El niño negó con la cabeza, pero Carvalho dijo que su instinto le decía que perseverara.
Escribió una segunda nota: «¿Necesitas ayuda?». El chico asintió. Carvalho llamó a su jefa, Rafaela Cabede, para pedirle consejo y luego marcó el 911.
Bajo custodia, el niño dijo a los detectives que había sido golpeado por su padrastro con una escoba de madera, colgado boca abajo del marco de una puerta mediante los tobillos y atado a una carretilla de muebles el día de Navidad como castigo de Papá Noel.
El cuerpo del niño de 11 años estaba cubierto de moretones en varias etapas de recuperación. También señaló que se le había negado la comida, y que en un examen hospitalario pesó 9 kilos menos de lo normal.
El padrastro del niño, Timothy Wilson II, fue arrestado por «múltiples cargos de abuso infantil agravado y negligencia». Su madre, Kristen Swann, admitió estar al corriente de los abusos, pero no buscó atención médica para su hijo. También fue detenida por «dos cargos de negligencia infantil», según CNN.
Recién llegada a la zona, la pareja fue sacada de su hotel de estancia prolongada y llevada a la cárcel del condado de Orange bajo fianza.
La hija de 4 años de Wilson y Swann también estaba cenando con la familia ese día, pero no mostraba ningún síntoma de abuso físico. Ambos niños fueron puestos bajo la custodia del Departamento de Niños y Familias.
«Lo que este niño había pasado era una tortura», dijo la detective Erin Lawler en una conferencia de prensa el 14 de enero, informó CNN.
«Soy madre y ver lo que tuvo que pasar ese niño de 11 años… te sacude el alma».
El jefe de la policía de Orlando, Orlando Rolon, dijo: «Gracias a ella, dos niños… se salvaron. Probablemente estaríamos hablando de una posible investigación de homicidio si ella no hubiera intervenido cuando lo hizo».
Cabede, propietaria del restaurante Mrs. Potato, se asombró de las circunstancias. La familia, dijo, había estado sentada en la única mesa donde Carvalho podía sostener una nota sin que los padres del niño se dieran cuenta. Cabede abrió una página de GoFundMe para apoyar a su empleada tras su heroico acto. Con la esperanza de reunir 10,000 dólares, el fondo ha recaudado más de 37,000 dólares.
También se creó una cuenta fiduciaria para los pequeños hermanos, informó Click Orlando.
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