El camionero británico Stuart Harvey tiene predilección por la soledad. Criado en una familia de camioneros, cree que nació para la carretera.
Procedente de Hoddesdon, al norte de Londres, el abuelo de este transportista pesado solía transportar tanques del ejército y otros equipos a lo largo de cientos de kilómetros.
Pero su pasión por el transporte por carretera también se debe a una condición neurológica con la que nació: el joven de 29 años, que conduce desde hace ocho, es autista.
A pesar de tener que lidiar con este trastorno, que a menudo dificulta la comunicación y la socialización, Harvey señala sus ventajas: los individuos del espectro autista a veces muestran dones de inteligencia inusuales.
El don de Harvey es su capacidad aparentemente sobrenatural de trazar las mejores rutas para ir del punto A al punto B utilizando el poder de su mente, casi como una navegación por satélite. «Es como una tecnología de mapeo mental», dijo a The Epoch Times, describiendo la habilidad que ha desarrollado a lo largo de los años, que compara con «una pantalla de casco de piloto de combate de alta tecnología».
«Funciona casi de la misma manera que un sistema de pantalla frontal en el casco de un piloto de combate», dijo. «Todo se transmite delante de ti y puedo ordenar los detalles de las cosas que me llaman la atención».
«Digamos que estoy mirando delante de mí; está mi computadora delante de mí; hay una tecla ahí que está ligeramente más caliente que la otra; hay una mancha de polvo entre las cosas como el mousepad o cosas así».
«Tu cerebro te lo dirá subconscientemente sin que ni siquiera lo pienses».
El conductor autista de alto funcionamiento cree que hay pocos con esta condición en su profesión. «Hay algunos de nosotros que luchamos por el resto de nuestras vidas porque no somos capaces de hablar o conversar», explicó Harvey. «Yo soy bastante afortunado en este sentido porque puedo hacer todas esas cosas».
«No hay encuestas para camioneros con Asperger», añadió, refiriéndose a su trastorno particular. «Y eso hace que te preguntes… ¿Cuántos de nosotros hay, realmente, en el mundo? No puedo ser el único».
A pesar de su éxito navegando por el camino de la vida, que finalmente lo llevó a su carrera como conductor, no siempre fue un camino de rosas.
En la escuela, se enfrentó al acoso escolar y anhelaba salir al mundo laboral, aunque eso no mejoró necesariamente las cosas.
«Cuando la gente se acercaba y empezaba a tratar de hablar conmigo, las cosas pasaban por encima de mi cabeza porque pensaba: ‘No tengo ni idea de lo que estás diciendo'», dice Harvey. «Eso me expuso a un cierto tipo de bullying».
«Mi carrera escolar fue muy traumática. Básicamente, estaba rezando para salir a trabajar y ganarme la vida».
«Luego me di cuenta de que cuando llegué allí no era diferente… de hecho, en todo caso, solo empeoró».
Conducir camiones de 60 pies resultó ser un cambio de juego. Permitió a Harvey evitar el bullying, dijo, «simplemente haciendo lo que se me da bien».
«Esta es una línea de trabajo para mí», añadió. » Es un trabajo aislado, estoy solo, esencialmente, si no quiero hablar con nadie, no tengo que hacerlo … si no quiero hablar con nadie mientras conduzco, y si no puedo, entonces básicamente apago [mi teléfono]».
La trayectoria de Harvey en la carretera comenzó en 2014, conduciendo una furgoneta. Poco a poco fue ascendiendo a camiones pesados, y luego fue contratado en 2019, antes de que llegara COVID. Lejos de impedirle ganarse el sustento, la pandemia elevó su profesión a la categoría de «trabajador esencial», una insignia de honor que Harvey lleva con orgullo.
«Conduje casi todo el tiempo durante el segundo cierre que tuvimos hasta el año 2021», dijo al periódico. «Básicamente somos una parte vital de cualquier economía. … Estar en ese periodo de tiempo en el que se nos reconoce como una industria esencial es algo muy importante».
Sin embargo, después de haber trabajado para 11 empresas distintas en los últimos 10 años, algunos trabajos duraron literalmente menos de seis meses, Harvey parece haber encontrado su nicho.
«El trabajo en el que entré es el mismo que sigo teniendo», dice. «He estado con ellos literalmente durante toda la pandemia».
En cuanto a la filosofía de vida que lo ha llevado hasta este punto, el camionero compartió: «Soy capaz de volver a levantarme y seguir adelante; es casi un poco como la canción, ¿no? Me derriban. Pero luego me vuelvo a levantar… eso es exactamente lo que es».
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