Francisco Cayulef, un tenista chileno que nació sin piernas además de ser un deportista con discapacidad ejemplar en su país es un gran papá. En el camino de la paternidad aprendió lo que es el “amor incondicional e infinito”.
Francisco Cayulef es un chileno de 35 años de edad originario de Coyhaique, Chile, que nació sin ambas piernas debido a una malformación congénita. Sin embargo, su discapacidad no impidió que desde joven comenzara a incursionar en el deporte si no todo lo contrario, tras su rehabilitación se convirtió en un destacado tenista profesional que ha tenido una carrera deportiva de más de 15 años con muchos logros a nivel nacional y mundial representando a su país, informó Project Running Blade.
El deportista comenzó a rehabilitarse en la Teletón desde pequeño, lugar que además de ayudar en su rehabilitación física le dio seguridad y confianza en sí mismo, ayudando a su proceso de vida.
“La verdad es que me inicié, así como parte de mi rehabilitación, estaba en la Teletón tratando de caminar con unas prótesis y parte de estar todo el día en la Teletón era hacer deporte y ahí empecé con natación, con tenis de mesa, hasta que llegué a lo que es el tenis y dije ‘esto es lo que quiero hacer’ por el resto de mi vida”, dijo según el mismo medio.
Pero su carrera deportiva no ha sido su único logro, Cayulef también tiene una hermosa familia. Después de varios años de desarrollarse como tenista profesional, cumplió otro gran sueño, el de ser padre.
Tras casarse con el amor de su vida Loreto Belén, el tenista se convirtió en papá sin tenerlo dentro de sus planes.
Además, el camino de la paternidad le ha dado muchas lecciones, pues tras enfrentarse a algunos miedos, Mariano Agustín, su hijo de 4 años de edad le enseñó lo que significa el “amor incondicional”, explicó en una entrevista en el programa Hola Chile en 2020.
“Cuando me enteré que iba a ser papá, los dos estábamos muertos de miedo que a lo mejor Mariano viniera con alguna discapacidad”, señaló Cayulef.
Sin embargo, Mariano Agustín nació sin ninguna discapacidad, y ahora tiene 4 años de edad. Su padre aún se emociona cuando habla de él.
“Mariano me emociona hasta cuando hablo, porque es un amor incondicional, nunca había vivido un amor tan infinito”, dijo el deportista.
“Ser papá es una bendición y un amor que uno no dimensiona lo que uno puede llegar a amar a una personita que depende uno», dijo Cayulef según una publicación realizada por Teletón.
El deportista chileno señala que las cosas siempre suceden por algo, y cuando se enteró que sería padre, las circunstancias se acomodaron para que su hijo Mariano llegará a su vida.
“Yo no sabía si voy a ser papá, nunca pregunte, me entregué a la vida”, relató el tenista a Hola Chile.
Cayulef señala que la compañía de su esposa lo ayudó a ir rompiendo sus propios límites y sus propios prejuicios.
Ahora este deportista chileno, es un gran padre de familia que irá enseñando a su hijo todo lo aprendido a lo largo de su camino.
Un ejemplo de que la discapacidad no tiene límites, pues tanto a nivel profesional como a nivel personal, Cayulef ha mostrado que lograr los sueños es posible. Simplemente hay que confiar en los arreglos que hay en nuestro camino, para permitir que todo lo que la vida nos depara lo podamos tomar, agradecer y vivir de la mejor manera.
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