Un hombre de Arizona llamó la atención en internet por pagar las compras de un anciano en un supermercado—incluso después de que ese hombre se metiera en la fila.
Puede ser fácil enojarse cuando alguien se coloca delante de uno en la fila. Pero para Danny Pineda, un habitante de Peoria que estaba comprando en el supermercado, ya hay suficiente negatividad en el mundo.
Así que cuando un anciano se metió bruscamente al frente de la fila, Pineda le dio el beneficio de la duda.
«Estaba esperando en la cola para pagar mis compras mientras mantenía mi distancia de 6 pies», Pineda compartió en una publicación en las redes sociales el 10 de septiembre.
Debido a la distancia entre él y la caja registradora, simplemente asumió que el hombre no se dio cuenta de que estaba en la fila. Así que Pineda, un agente de automóviles, dijo que el hombre aparentemente no lo vio.
«No dije nada para mantener la distancia», dijo.
El anciano colocó sus galletas con leche y chispas de chocolate en la banda transportadora y estaba a punto de pagar. Metió la mano en su bolsillo trasero, hizo una pausa, y luego admitió que había olvidado su billetera.
«Cuando llegó el momento de pagar, metió la mano en el bolsillo trasero y sacó un pequeño bloc de notas. Olvidó su cartera», escribió Pineda. «Parecía un poco decepcionado y avergonzado».
A pesar de que el desconocido se había metido en la fila delante de él, Pineda no dudó en cubrir la cuenta.
«Me acerqué y le dije a la cajera que me ocuparía de sus compras», añadió. «… Él estaba más que agradecido. Me dio las gracias y se fue».
Para Pineda, este no fue un momento extraordinario, sino un acto amable cotidiano para un extraño que lo necesitaba.
Pero el cajero estaba sorprendido por su acto de bondad fortuito.
Según Pineda, el cajero lo miró y le dijo: «ÉI se te metió en la fila y tú le pagaste sus compras. ¿Por qué?»
Respondió: «Espero que si un día mi padre olvida su cartera alguien se acerque a comprarle su leche y sus galletas».
La respuesta de Pineda conmovió los corazones de muchos en su publicación en Facebook, que se hizo viral, acumulando más de 400,000 me gusta y casi 260,000 compartidos.
Pero para Pineda, fue solo un día más en el supermercado. Dice que compartió sobre este momento en las redes sociales porque pensó que la gente querría escuchar algo positivo.
«Con toda la negatividad que hay en el mundo», añadió, «pensé que sería agradable compartir este momento».
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