Cómo afrontar el final de la vida de su mascota: prepárese para decirle adiós

La primera visita a domicilio del día de la doctora Lisa Walling, en Nueva York, fue con una paciente de cuidados paliativos especialmente mullida: una terranova de 13 años llamada Rugby.

Rugby lamía alegremente un plato de mantequilla de cacahuete mientras Walling le insertaba agujas a lo largo de la espalda: acupuntura y una inyección de ketamina para ayudar con el dolor y los problemas de movilidad.

Como veterinaria de cuidados terminales, Walling considera que tanto la mascota como el dueño son sus pacientes. Está ahí para asegurarse que los animales estén lo más cómodos posible en sus últimos días, y para ayudar a los humanos a transitar el duro momento de decir adiós.

«Creo que la mayor parte del tiempo, la mayor parte de mi trabajo es ayudar a los propietarios», dijo Walling. Cuando llegó el momento de despedir a Rugby en una visita posterior, toda la familia estaba allí.

Existen varias opciones para ayudar a las mascotas mayores y a sus cuidadores, como los cuidados paliativos y un número creciente de las llamadas «doulas de la muerte». Pero tomar decisiones sobre el final de su vida puede resultar abrumador. He aquí algunas formas de cuidar de tu mascota y de ti mismo.

¿Qué puedo hacer que mi mascota anciana esté más cómoda?

Los veterinarios especializados en cuidados paliativos como Walling se especializan en visitas a domicilio, que pueden ser una buena opción si transportar a su mascota a la consulta del veterinario resulta demasiado difícil.

Los veterinarios pueden recetar medicación para tratar infecciones, dolor y enfermedades crónicas, y ayudar con cambios en la dieta. Pero hay cosas sencillas que los dueños pueden hacer en casa para que su mascota esté más cómoda.

A medida que los perros envejecen y sus extremidades se vuelven más rígidas, los suelos resbaladizos, como los de madera y baldosas, se vuelven difíciles de pisar. Pruebe a colocar alfombrillas o esterillas de yoga por donde camine su mascota y, sobre todo, donde se pare a comer. Las razas de pelo largo pueden recortar el pelo de la parte inferior de las patas para que sus almohadillas tengan más agarre.

«Tuvimos que quitar todas las alfombras y poner parches en la cocina», explicó Sam Boege, el dueño de Rugby.

Para los perros grandes que necesitan ayuda para levantarse o salir a la calle, Walling recomienda un arnés especial con asas delanteras y traseras.

Los gatos no tienen tanta dificultad con los suelos resbaladizos, pero padecen artritis. Si a tu gato le cuesta meterse en la caja de arena, sería buena idea comprar una más baja.

Tanto para perros como para gatos, prueba a elevar los cuencos de la comida y el agua para que no tengan que agacharse tanto.

Prepararse para decir adiós

Si tu mascota tiene signos como la pérdida de apetito y la dificultad para respirar, consulta al veterinario. Pero si la medicación y el tratamiento del dolor no están aliviando el sufrimiento de tu mascota y tu no puedes aceptar que ha llegado el momento de dejarla marchar, busca ayuda emocional.

Las doulas del final de la vida de los animales, o «doulas de la muerte», ofrecen apoyo emocional, espiritual e informativo en el momento de la muerte. No es necesario que tengan formación médica, pero pueden trabajar con veterinarios. Una doula puede ayudar a los propietarios a procesar los sentimientos de dolor y pérdida o ayudarles con medidas prácticas como la planificación de los últimos días.

«Todo el mundo es diferente», explica Lauren Seeley, una doula de la muerte con sede en Nueva York. «Lo que encuentro es que la mayoría de la gente no está preparada para afrontarlo hasta que ya ha sucedido».

Nadie quiere perder a su mascota, pero estar preparados es el mejor cuidado que les podemos dar, de esta forma los recuerdos serán los mejores y estaremos en paz porque lo dimos todo, hasta el final.

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