En Rusia, los cuidadores del zoológico de Vladivostok se mostraron preocupados cuando una mamá leopardo Amur trató mal a su cachorro recién nacido, así que decidieron rescatarlo y dejarlo al cuidado de otra madre.
Era el año de 2017 y una perrita Golden Retriever llamada Tessa, tiene cuatro perritos; sin embargo aceptó con todo cariño al quinto y extraño “hijo”, como se observa en el enternecedor video publicado por Nat Geo Wild.
Los leopardos Amur son residentes del lejano oriente y están en un problema crítico de amenaza de extinción. En el ambiente salvaje de Rusia solo había 57 de estos felinos desde 2015, de acuerdo reportes de National Geographic.
“Decidimos tomar al [cachorro] solo porque su madre, la leopardo Alain, se ha comido las tres camadas anteriores de sus cachorros, y no podemos decir con certeza por qué sucedió esto. Pero decidimos no arriesgar a otro bebé», dijo Viktor Agafonov, veterinario del zoológico.
Se cree que a veces, las madres o padres recurren al infanticidio por razones de eficiencia, según cuentan National Geographic, ya que si los bebés están enfermos o deformados, la madre los consumirá. Puede ocurrir también cuando hay escasez de comida o cuando mueren.
Además de los cuidados de Tessa, los encargados del zoológico, también están cuidando del pequeño leopardo con una fórmula de leche, glucosa y otros ingredientes adicionales, que son muy necesarios para que el cachorro crezca sano y fuerte.
Agafonov muestra que Tessa, la mamá adoptiva del pequeño Amur, está muy complacida y encariñada por el cachorro salvaje, pese a que es totalmente diferente a sus otros cuatro bebés.
El pequeño, luego de amamantar, le agradece acariciándola, y ella, se muestra completamente complacida.
En tres semanas, destaca el veterinario, el pequeño Amur duplicó su peso y longitud y estuvo listo para empezar a alimentarse con carne de conejo como parte de un tratamiento especial.
Ahora que es más grande juega con otros compañeros del zoológico, una pequeña tigresa y una leona, lo que le permite socializar con más normalidad.
«Aunque parece que ambos son felinos grandes, su comportamiento es completamente diferente. La tigresa es más tranquila. Pero la leona (Astra), ahora quiere dormir un poco e incluso me pone la cabeza encima, pero la mayor parte del tiempo sigue corriendo y ella come, duerme, luego repite estas acciones, trota, juega, come de nuevo y luego duerme», dijo Agafonov.
Tampoco pierde contacto con su mundo perruno, ya que los cuidadores, han juntado a este trio felino, con un otro can, que es un pastor de Asía central, con buen pedigrí y buena sangre, según indica Agafonov, quien además afirma que su tamaño y temperamento lo hacen un buen compañero para los cachorros.
Ellos deben estar juntos al menos por un año y medio, después de eso, la amistad se define de acuerdo a como se sigan llevando cuando los felinos sean más grandes.
Sin embargo, estos casos donde animales de cierta especie se vuelven madres sustitutas de animales de especies completamente distintas, no son tan raros después de todo, ya que es algo más bien común.
Esta el ejemplo de la tortuga Larry, de California, quien fue adoptada por una golden retriever llamada Cricket, cuando una mujer de Santa Bárbara acogió a la tortuga en su hogar. Otro caso ocurrió en Liberia, donde una perrita llamada Princess acogió a un chimpancé cuando los padres del primate fueron cazados. Y por último, en Vladivostok también, ocho erizos acudieron a Musya, la gatita, para que fuera su madre sustituta, según cuenta National Geographic.
Mira el rescate de este leopardo feroz que cayó a un pozo
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