Una agente de bienes raíces fue a mostrar una casa en un suburbio de Cape Down, Sudáfrica, pero al llegar al domicilio se encontró con una mujer en pleno trabajo de parto gritando desesperada. No lo pensó dos veces y usando unos guantes para teñir el cabello que había en el hogar recibió al recién nacido.
“¡Qué historia! Nuestra agente de bienes raíces, Kim Hansen, fue a mostrar una casa en Table View por la tarde a las 4 pm y una señora que trabaja en la propiedad se puso en trabajo de parto”, relató la agencia Trust Property en un mensaje de Facebook el 31 de mayo.
“Ella cortó el cordón y se ocupó del parto y todo, con su experiencia en enfermería veterinaria. ¡Eso es lo que Kim es … sin miedo!”, destacó la agencia.
Kim Hansen declaró a News24 que mientras mostraba la propiedad a los compradores potenciales, escuchó «gritos desgarradores» provenientes de uno de los departamentos.
Ante el momento de conmoción, ella sugirió a sus clientes que regresen en otro momento y los despidió antes de hablar con los propietarios, unas personas de edad avanzada, para saber qué estaba ocurriendo.
«El hombre dijo que estaba tratando de llamar a una ambulancia. Cuando fui a ver lo que estaba pasando, encontré a la trabajadora doméstica de pie, en el proceso de dar a luz en el baño», dijo Kim Hansen a News24.
Kim no lo pensó dos veces y se encargó de todo el proceso de parto.
«El bebé estaba a mitad de camino. Sabiendo lo que sé sobre el servicio de ambulancia en este país, me di cuenta de que el bebé nacería antes de que llegaran allí. Así que me dije a mí mismo: ‘Cálmate, Kim'».
«Como ex enfermera veterinaria, me pregunté qué tan diferente podría ser dar a luz a un ser humano”.
Ella pidió unos guantes al propietario y lo que le dieron fueron unos de un kit de tinte de cabello. “Fueron lo suficientemente bueno porque logramos entregar un niño hermoso», dijo la agente.
La madre dio a luz un hermoso y sano bebé antes que llegara la ambulancia. Kim dijo que ató el cordón umbilical del recién nacido con un trozo de cuerda antes de cortarlo.
«No me asusté porque me dije a mí misma que Dios estaba conmigo. Era un poco pequeño, pero su color se veía bien. Revisé sus signos vitales, le di una palmadita en la espalda, le saqué el moco de la boca y ahí estaba. : un bebé muy sano», dijo Hansen con orgullo.
«Fue una intervención divina: estaba destinada a estar allí. Nunca dejaría a alguien que necesitaba ayuda», sostuvo.
«Fue una bendición haber sido parte de esto”, concluyó
Según el equipo de Trust, la nueva mamá “está en extrema necesidad de asistencia financiera”, por lo que pidieron a voluntarios donadores que puedan contribuir con alimentos, ropa para el bebé, para la mamá y pañales además de todo lo necesario.
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