Tradicionalmente los concursos de belleza a nivel mundial se han esforzado por resaltar las cualidades femeninas, cuya ganadora tiene que representar a las mujeres a nivel global.
Pero en los tiempos modernos, muchas mujeres se han vuelto hombres y los hombres se han vuelto mujeres, esto hizo que para el certamen de belleza de Nuevo León, México, se tuvieron que poner especificaciones al respecto para las concursantes.
Según la organización de Miss Nuevo León, los requisitos para participar en el concurso de reina de belleza Miss Nuevo León, el paso previo para el concurso de Miss México, incluye: tener una estatura mínima de 1,65 metros, ser estudiante o egresada, hablar el idioma inglés, tener entre 18 y 25 años de edad, ser mujer de nacimiento, tener belleza física, ser mexicana y tener vocación para trabajar en proyectos sociales, según comenta el perfil de Facebook del certamen.
Estos requisitos son lo que tradicionalmente han exigido los concursos de belleza, pero algunas personas pueden pensar que es discriminatorio. Es decir, que no pueden participar «feas», «viejas», «bajitas», «analfabetas», «que solo sepan español», «extranjeras» o «que hayan nacido hombre».
En especial esto último es lo que ha generado más controversia entre las aspirantes, debido a que a pesar que es un concurso de belleza femenino, la participación de Ángela Ponce (transgénero) en el concurso Miss Universo España para 2018, sentó un precedente.
Ángela Ponce estuvo por varios años tratando de ganar un certamen de belleza, hasta que llegó en Miss Universo España, concurso que permitía la participación de transgéneros algunos años atrás, y en este certamen fue donde quedó elegida, lo que en su momento generó mucha polémica entre quienes lo vieron como un derecho y quienes lo vieron como un grave error.
En este último grupo se encuentra Lupita Jones, la primera Miss Universo mexicana y la actual directora en México del certamen. Lupita no está a favor que participen hombres en un certamen de belleza de mujeres ya que «una mujer jamás va a ser igual biologicamente a un transgénero», según publicó Infobae. «Debe ser una competencia en igualdad de características y de circunstancias. No considero tener nada en común con un transgénero. Yo no estoy de acuerdo», declara la Miss Universo 1991.
En la publicación de Facebook del certamen de belleza, hay muchos comentarios y opiniones encontradas. Algunos piensan que es mejor aclarar que sean mujeres: «Excelente, me da gusto saber que aún existen los buenos principios y valores en nuestro estado». Y otro agregó algo similar: «Así si me gusta ? mujeres de nacimiento, porque en estos tiempos hay que aclarar…».
Ante algunos comentarios que hablan de discriminación, el debate no se hizo esperar: «todo concurso, por definición, es Y DEBE SER discriminatorio. Es imposible y DEBE EVITARSE la inclusión total porque entonces el concurso pierde su sentido… La vida misma nos «discrimina» por todo: no puedo nadar como Phelps, ni puedo correr como Bolt, ni pintar como Rembrandt… a ver si en lugar de ponernos a prohibir todo para no ofender, enseñamos a valorar las cualidades de cada uno, incluidas la belleza física…».
Otros se tomaron el asunto con un poco más de humor pidiendo un poco de ayuda para participar del certamen: «¿alguien gusta regalarme 4 cm de estatura y belleza física? Es para una tarea».
La polémica fue tanta que incluso se refrieron a los estereotipos de belleza, asegurando que las mujeres deberían ser más naturales: «muy bien que se aclare dicho concurso, si es de mujer que sea con mujeres de verdad y no fabricadas y «adulteradas». Lo original vine con piezas originales. Las réplicas solo son una mala copia del original. Así es a usted le guste o disguste ?».
Actualmente es un tema muy candente que está dando mucho que hablar, sobre todo porque está poniendo sobre la mesa la cuestión de la moralidad y la pérdida de los valores tradicionales. ¿Tú que opinas?
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