Conductora de Uber deja dulce regalo a un cliente desolado: «Espero le ayude a recuperar su sonrisa»

Por Louise Bevan
21 de diciembre de 2021 4:52 PM Actualizado: 21 de diciembre de 2021 4:52 PM

Incapaz de olvidar su interacción con un cliente que había perdido la capacidad de usar su brazo y mano izquierdos tras un derrame cerebral, una conductora de Uber Eats regresó a la dirección y dejó un paquete personalizado en su puerta. El amable gesto hizo llorar al hombre.

«Era domingo por la mañana en Halloween, y [Tim Wilkinson] había hecho un pedido a una tienda de donuts», dijo la conductora Heather Durgin, de 33 años, de Burleson, Texas, a The Epoch Times. «Abrió la puerta y le entregué la bolsa, viendo que se sujetaba a un andador.

«Cuando se dio cuenta que la bolsa estaba cerrada por arriba, me preguntó si podía desatarla por él, ya que no tenía mucho control con su mano izquierda», continuó. «Se podía ver la tristeza en sus ojos al tener que pedírmelo, y le dije: ‘Por supuesto'».

Tim (centro) con su hermano y su hermana en el Día de Acción de Gracias de 2019, seis meses antes del ataque. (Cortesía de Tim Wilkinson)

Tim, que cumple 52 años en Año Nuevo, sufrió un ataque cerebrovascular isquémico en el lóbulo occipital durante la primavera de 2020. Antes conductor privado, Tim estaba sentado en su vehículo todoterreno en el aeropuerto de Alliance, en Fort Worth, el 21 de mayo de 2020, esperando a que aterrizara un avión, cuando se dio cuenta que había perdido el control de la mano y el pie izquierdos. Llamó a su jefe y le pidió que llamara al 911.

«No entendía realmente que estaba sufriendo un ataque sistémico porque no tenía ningún signo clásico: caída facial, pérdida del habla, dolor de cabeza o visión borrosa», recuerda Tim. «Cuando llegué al hospital Texas Health Harris del centro, en realidad me diagnosticaron erróneamente que solo había tenido un AIT [ataque isquémico transitorio]… En realidad tuve un ataque cerebrovascular isquémico en el lóbulo occipital».

Debido a esto, Tim quedó con poco equilibrio, debilidad en el lado izquierdo e incapacidad para utilizar el brazo o la mano izquierda de forma severa Diecinueve meses después, apenas puede «cojear», usa un andador para estabilizarse y sueña con volver a trabajar como antes.

Su hija de 18 años, que vive con su mamá, pasa por allí para ayudar cuando puede entre la escuela secundaria y su trabajo.

Al ver el estado de Tim y su petición de ayuda, Heather no dejaba de pensar en él al salir de su casa.

«Todo lo que podía pensar era en qué podía hacer para que este hombre fuera un poco más feliz, que no se sintiera tan triste como para pedir un poco de ayuda, y que le importara», dijo.

Consciente de las limitaciones de Tim, Heather compró sopas de letras y crucigramas en letra grande, lápices preafilados, rotuladores de neón y clips para mantener los libros abiertos. Añadió a la colección golosinas, una mezcla de chocolate caliente, una taza y una manta roja, y condujo hasta la dirección de Tim y dejó el paquete en su puerta, con una nota.

La nota de Heather a Tim. (Cortesía de Tim Wilkinson)

«Hola Timothy, entregué sus donas esta mañana», escribió. «Solo quería traerle algunas golosinas, espero que le ayuden a recuperar la sonrisa».

Sin embargo, Tim encontró el paquete de Heather hasta dos días después, cuando su hija pasó por ahí.

«Comencé a llorar al pensar en su amabilidad, al pensar que alguien, además de la familia, se preocuparía», dijo Tim. No tengo una gran presencia en las redes sociales, así que pedí ayuda al presentador de un programa matutino local de Fox News para intentar encontrarla. El barrio es bastante pequeño (…) no tardó mucho».

Con la ayuda de la presentadora de Fox 4 News, Lauren Przybyl, la cadena localizó a Heather, una ama de casa con cuatro hijos, que hace turnos para Uber Eats y DoorDash para ganar un dinero extra. Tim y Heather se reunieron días después, con un fuerte abrazo mientras Tim rompía en llanto por segunda vez.

Heather Durgin, ama de casa con cuatro hijos. (Cortesía de Heather Durgin)

«No sabía si le iba a gustar alguna de las cosas que había puesto en la bolsa de regalo», dijo Heather a The Epoch Times. «Nunca pensé ni en un millón de años que no solo mi pequeño acto de bondad significaría mucho para él, y le haría sonreír, sino que también haría sonreír a gente de todas partes».

El regalo de Heather, en medio de las continuas dificultades, significó mucho para Tim.

«Mi filosofía, supongo que en general, es que uno nunca sabe lo que está pasando en la vida de otra persona», dijo Heather. «No cuesta nada ser amable».

Heather con su esposo, Buzz Durgin. (Cortesía de Heather Durgin)

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