Un joven corredor demostró su gran corazón al detenerse a ayudar a un compañero que había caído a solo unos metros de la meta. Aunque hacerlo significaba sacrificar su lugar en el campeonato nacional, el adolescente prefirió no dejar solo al joven.
Brandon Schutt es un adolescente que curso el último año en Bellevue High School, en Nebraska. El joven es un corredor regular de campo traviesa y se preparó disciplinadamente para el encuentro del Distrito A-2 en Pioneers Park en Lincoln, el pasado 15 de octubre.
La carrera de 3 millas (5 km) representaba una posibilidad de calificar para el campeonato estatal, al que solo llegan aquellos que hicieron los mejores tiempos. El día de la carrera, Schutt comenzó rápido, pero en la primera milla se dio cuenta que sus piernas «no estaba a la altura del desafío», así que decidió bajar el ritmo y disfrutar el resto de la carrera, relató el joven en entrevista a Prep Running Nerd.
Adelante de Schutt, iba Blake Cerveny, un estudiante de segundo año de Burke High School, en Omaha. Cerveny comenzó un poco menos rápido, pero luego subió el ritmo a la mitad de la carrera, e ignoró el impulso de bajar la intensidad cuando faltaban solo 800 metros.
Los últimos 400 metros son determinantes, porque solo en la recta final de los 150 metros se alinean todos los corredores, antes de eso, los otros 250 metros van dispersos.
Las piernas de Cerveny no resistieron más y cayó a los 325 metros de la meta. Logró levantarse y continuar, pero cayó nuevamente otras 2 veces.
«¿Estás bien?», preguntó Satterly, su entrenador, cuando se dio cuanta de que estaba en el piso.
Aunque Ceverny respondió con la cabeza que sí, el entrenador le dijo: «Está bien, quédate abajo. Lo hiciste genial».
El joven se levantó y corrió otros 75 metros, pero finalmente cayó a los 100 metros de la meta, y las piernas ya no le respondieron.
Schutt vio las caídas de Ceverny, y cuando lo alcanzó en los 100 metros, llevaba 5 segundos en el piso. En ese momento, el joven decidió ayudarlo a levantarse, dejando de lado la posibilidad de obtener un lugar en la carrera estatal.
Sin embargo, no fue tan sencillo. Debido a que las piernas del más joven no respondían, era como cargar «peso muerto».
Schut sabía lo que era estar ahí, solo, en el piso, ya que vivió lo mismo tres semanas atrás.
«Me sentí muy mal por no terminar. Sentí que estaba decepcionando a mis compañeros de equipo y me estaba decepcionando a mí mismo», compartió Schut a KETV.
Así que decidió ayudar a Ceverny a terminar su carrera, a pesar que le dijo que lo podía dejar. En un segundo intento, el joven se pudo levantar y con Schutt sosteniéndolo, lograron terminar la carrera.
Todo fue tan rápido, que Schutt no tuvo tiempo de ver el rostro de Ceverny, solo hasta que lo dejó después de la línea de meta. El noble gesto de ayuda, de pensar primero en el compañero caído, quedó registrado incluso en los resultados. Schutt se aseguró que primero cruzara la línea Cevery, registrando un tiempo menor.
Cevery fue descalificado, de acuerdo a las reglas de carreras de campo traviesa de la Federación Nacional de Escuelas Secundarias, debido a que fue ayudado a terminar la carrera.
«Así es el campo traviesa. No importa contra quién te enfrentes o las personas con las que estás», dijo Ceverny, y agregó que si alguna vez él se encuentra en la misma posición que Schutt, no dudará en ayudar a un compañero caído.
«Incluso si es un deporte individual, todavía estás en esto junto con tus compañeros de equipo y tus oponentes», dijo Schutt a News Nation Now.
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