Construir una propiedad no es tarea fácil, pero hacerlo con tus manos y en pleno desierto suena titánico. Pues ese era el sueño de un hombre en Estados Unidos, quien por 25 años estuvo cavando y cavando hasta construir algo tan sensacional que captaría la atención del mundo al punto de hacer una película sobre su historia.
Su nombre es Ra Paulette, un hombre que para 2014 tenía 67 años y ya había pasado 25 años de su vida construyendo cavernas subterráneas que se convertirían en una majestuosa catedral, casi de ficción.
Durante su vida, tuvo muchos fracasos. Primero abandonó la universidad y se pasó la vida de trabajo en trabajo, como empleado de correos, guardia de seguridad o cavando agujeros para tuberías, según publicó el Idealista.
Sin embargo, habría de comenzar un proyecto que lo absorbería por completo y del que no fracasaría: buscar la paz interior.
Era 1985 y Paulette pensó que necesitaba irse al desierto a meditar, más precisamente al desierto de Nuevo México. Armado con pica y pala cavó hacia dentro de la tierra, sin imaginarse que terminaría haciendo una enorme catedral subterránea.
Al principio esculpió con sus propias manos una pequeña capilla para meditar, justamente lo que él necesitaba. Sin embargo, tenía tiempo de sobra y sin más que hacer, quiso seguir esculpiendo, cavando y esculpiendo, hasta que terminaría alzando columnas, contrafuertes, cúpulas, pilares e increíbles salas.
Finalmente sin pensar mucho y sin «querer queriendo» terminó construyendo una enorme catedral subterránea tallada a mano con 14 galerías que se extienden por más de 8400 metros cuadrados donde busca conectarse con la naturaleza y la paz para meditar.
El hombre, nacido en Indiana, Estados Unidos, no es ingeniero, ni arquitecto, ni escultor, pero con su gran talento innato, imaginación y destreza logró crear una majestuosa catedral que llamó la atención de un productor de cine y quiso hacer un documental sobre él.
El productor de cine hizo grabaciones de Paulette mientras trabajaba en su obra de arte durante 3 años, según informó CBSnews. El estreno en 2014 del cortometraje «El excavador», fue todo un éxito, incluso fue nominado a los premios Oscar de ese mismo año.
El director del cortometraje, Jeffrey Karoff cuenta qué lo inspiró a contar su historia.»En primer lugar, quise hacer una película sobre él por la belleza pura de su arte. Caminar por sus cuevas es una experiencia impresionante. Pero el corto va más allá del retrato de un artista y su obra. Trata sobre un extraño, sobre una persona que desafía los convencionalismos y que vive de forma diferente al resto.
Paulette es esa persona por muchos motivos: es autodidacta, no persigue ganancias materiales ni reconocimiento, tiene la habilidad ‘budista’ de desapegarse de los ‘resultados’ y dedicarse cien por cien a su arte», publicó ABC viajar. Además explica que el cortometraje explora «los costes de ser una persona así e incluso las contradicciones. Me gusta presentar el film con diferentes perspectivas y que sea el público el que decida qué significa».
Durante el rodaje de la filmación, hubo diversas dificultades como cuenta Karoff, ya que «el trabajo de Paulette avanzaba lentamente y muchas veces era difícil capturar ese progreso. Por lo tanto, le dejé una cámara timelapse y muchas de las secuencias que abren la película las hizo él mismo».
El director se ha sentido profundamente conmovido por la obra de Paulette, «la mera existencia del trabajo es parte de la maravilla. Cómo alguien puede crear una catedral de una montaña confunde mi sentido de la razón. Creo que es lo que él ha intentado, provocar un shock y una sensación de asombro. Y ha funcionado», afirma Karoff.
A Paulette no le interesa el éxito o el dinero, él simplemente busca la «renovación espiritual y el bienestar personal» pero también el fin social, asegura ABC viajar. Él tiene una visión muy diferente sobre el arte, y afirma que «en el arte social, la creación de la obra no es el objetivo en sí mismo, como en una exposición, sino un medio para lograr el cambio social», además insiste que «el arte social no se contenta con decorar el mundo, su intención es cambiarlo».
Paulette ya había construido una cueva a lo largo de Rio Grande, también en Nuevo México, que está adecuada con piso de madera, energía, habitaciones y un colorido baño, la cual construyó en dos años, según la publicación de CBSnews.
Ahora la cueva, que lleva más de 25 años construyendo, se ofreció al mercado junto las 80 hectáreas de tierra que la rodean, por cerca de un millón de dólares, pero todo el dinero irá para el dueño.
Ahora Paulette trabaja en un proyecto llamado «Magnum Opus 2», que tardará 10 años en construir y lo comenzó en 2011. La idea es que sea un complejo de cuevas abiertas al público y enfocadas en adolescentes con trastornos emocionales, publicó ABC viajar. Pero su obra, aparte de buscar un fin social, busca algo espiritual: «No busco el éxito, mi estrategia es esperar algo del cielo», concluye Paulette.
Mira a Paulette en acción:
Estas personas crearon ingeniosos y divertidos inventos ??
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