Un niño autista tuvo el mejor cumpleaños de su vida gracias a varios desconocidos que decidieron ayudar luego de enterarse que sus compañeros de escuela no asistieron a su fiesta porque sus padres no se lo permitieron.
Harry Brinkworth, de 11 años, vivió un momento difícil cuando sus compañeros de escuela rechazaron la invitación a jugar bolos para celebrar su cumpleaños, asegurando que el niño no era del agrado de sus padres.
Cuando la madre del pequeño, Hannah Brinkworth, de Chesterfield, Reino Unido, se enteró, quedó completamente indignada. El 1 de diciembre se acercó a Facebook para denunciar la situación, y le pidió a las personas si podían enviar tarjetas de regalo a su hijo para que no se sintiera solo.
«Me pareció desconcertante, no es un problema de los niños, es la falta de comprensión de los padres sobre los problemas de Harry», dijo Hannah a WalesOnline. “Esto no es por ningún tipo de lástima (…) Es solo un caso de hacer que la gente sea consciente de ello y alegrarle el día a un niño pequeño”.
Para sorpresa de la mujer, al día siguiente empezaron a llegar a su casa cientos de tarjetas para Harry de desconocidos con conmovedores mensajes de felicitaciones por su cumpleaños.
Llegaron tarjetas de personas de todas partes del mundo como Duabi, Nueva Zelana, Estados Unidos y Canadá.
La mujer estaba completamente sorprendida, nunca se imaginó que su mensaje llegara a tantas personas, ni mucho menos que se tomaran el tiempo para comprar una tarjeta y enviarla para animar a su hijo tras la amarga experiencia.
Conmovida por el tierno gesto de tantas personas, decidió compartir un mensaje de agradecimiento:
«Sinceramente, estoy impresionada. La amabilidad que todos han mostrado va más allá de mis sueños. No se trata de tarjetas, ni de grandes gestos. Y no queremos compasión, ni simpatía, ni atención», escribió en su publicación en Facebook. «Se trata de generar conciencia sobre cómo le enseñamos a nuestros hijos a entender las diferencias. Se trata de la aceptación social para amar a las personas por lo que son».
«Gracias a todos de parte de nuestra familia», agregó.
Hannah dice que Harry ha estado leyendo las cartas con mucha dedicación, prestando atención a cada uno de los mensajes. “Fue especial para él y lo disfrutó. Solo quería leerlos todos como un libro», le dijo a LondonNewsTime.
Sin embargo, la amabilidad de las personas no terminó ahí.
Muchos se ofrecieron a llevar a sus hijos a su fiesta de cumpleaños de bolos, y la feliz mamá aceptó encantada.
«Creo que su historia resonó en mucha gente por sentirse solo, sentirse excluido», dijo Hannah a la BBC. «Esto muestra que él le importó a la gente, que no fue otro niño que pasó desapercibido por no contar con nadie».
Cerca de 30 niños se unieron a la fiesta de bolos de Harry, y compartieron una misión en común: llevar alegría y diversión a la celebración.
Harry estaba feliz, y dijo: «¡Es el mejor cumpleaños que he tenido!».
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