Por mucho que deseemos estar conectados con los demás —las buenas amistades, una relación romántica maravillosa, familiares cercanos— esta conexión siempre tiene un costo.
Nos sentimos frustrados por otras personas. Sabemos que es verdad. Usted puede ser muy buen amigo de alguien, pero por alguna razón luego se enoja con nosotros o se comporta sin consideración. De repente, lo ve de manera diferente, las cosas pueden ponerse mal muy rápidamente.
Este es un problema tan difícil que podría dedicar libros enteros a formas de resolver este tipo de conflictos y frustraciones. Pero tengo una técnica que al aplicarse de manera consistente, dará lugar a mucha más felicidad.
El secreto: Siempre tener una visión positiva de los demás.
Esto requiere un cierto análisis, así que echemos un vistazo a dos formas de ver a otras personas:
1. La visión inconsciente. Cuando alguien hace algo descortés, usted piensa: “¿Por qué tiene que ser tan desconsiderado?” o “¿quién hace eso?”. Básicamente, ve sus acciones bajo la peor luz posible, sin ponerse en su lugar. La mayoría de nosotros lo hacemos regularmente sin darnos cuenta. Cada vez que estamos enojados o frustrados con alguien, esto es lo que hacemos.
2. Una mirada con un buen corazón. Cuando alguien hace algo desconsiderado —y no estoy diciendo que sus acciones sean justificadas—, podemos tratar de considerar esas acciones de una manera empática. Por ejemplo, tal vez alguien está teniendo un mal día y es gruñón; eso, no excusa sus acciones, pero se puede entender la sensación de ser gruñón. O tal vez fue herido por algo que usted hizo y de lo cual no se dio cuenta y el otro está arremetiendo a causa de nuestro comportamiento. Ésatampoco es una buena manera de reaccionar, por supuesto, pero todos podemos entender ese sentimiento de estar heridos o agredidos. Así que la visión de buen corazón es ver que esta persona es alguien que nos importa y que está sufriendo. Olvidar la ofensa personal, pensar en su dolor y ser compasivo hacia su dolor.
Echemos un breve vistazo a la manera distorsionada de ver las cosas; luego, contemple cómo creo que se transformaría en felicidad interpersonal, para la mayoría de las personas, usando la visión de buen corazón.
Por qué mirar con mala intención es un problema
Es fácil ver la descortesía, la desconsideración y la equivocación en otras personas. Eso es porque estamos viendo desde nuestro propio punto de vista y pensando que deben ver las cosas de la misma manera que nosotros.
Por ejemplo:
- Dejaron los platos sucios o hicieron un gran lío en la cocina. ¿Por qué no sólo limpiar en lugar de ser desconsiderados? Siente que no están actuando como deberían.
- Dijeron algo negativo de usted. No tiene idea del por qué lo dicen, es una buena persona que no merece eso.
- Están enojados con usted por alguna razón. ¡No se lo merece! ¿Cuál es el problema (de los demás)?
Por supuesto, hay cosas mucho peores, pero estos son algunos típicos problemas interpersonales y reacciones comunes.
Estas son reacciones naturales, pero el mirar las cosas de esta manera te hace sentir mal hacia la otra persona. Lo hace sentir frustrado, enojado, ofendido o herido. Acumula resentimiento.
El problema con la opinión malintencionada es que no ayuda a nadie y daña la relación. Peor aún, es egoísta (estamos viendo las cosas desde nuestro propio punto de vista) en lugar de pensar en la otra persona (que le importa), en ambos o en su relación.
La solución: una perspectiva de buen corazón
Está bien, así que la visión egoísta de ver las malas intenciones de la otra persona no es ideal. Entonces, ¿qué pasa con la vista de buen corazón?
Bueno, este enfoque trata de usar la empatía, para asumir que los otros son buenas personas con intenciones decentes que cometen errores y están teniendo problemas de algún tipo.
Por ejemplo, alguien puede actuar mal por algunas de las siguientes razones:
- Realmente no se dieron cuenta de cómo sería tomada su acción, pues desde su perspectiva, no había nada malo en lo que hicieron. Su interpretación podría ser que están equivocados, pero eso es sólo una manera de verlo.
- Estaban atrapados en su mundo y no pensaban en cómo sus palabras o acciones podrían afectar a otras personas. Esto, por supuesto, es egoísta, pero todos lo hacemos, probablemente todos los días.
- Están teniendo un mal día, están de mal humor o están en medio de un problema difícil en su vida. Esto hace que reaccionen mal hacia nosotros. Esto no es una excusa para el mal comportamiento, pero podemos entender esto, ya que todos actuamos de esa forma.
- Ellos tienen el hábito de reaccionar mal con la gente, de maneras que pueden ser perjudiciales. Esto no significa que tengan un mal corazón, sino que desarrollaron malos patrones de comportamiento cuando eran jóvenes. En un momento dado, estos patrones fueron pensados para protegerlos del daño, pero ahora dañan a otros.
- Ellos fueron abusados por alguien, o heridos en el pasado y ahora están preocupados de que podamos hacerles daño, así que se protegen. No es una excusa, sino más bien una manera de entender el comportamiento de la gente.
- Hiciste algo que le ofendió y por eso están reaccionando mal a algo que hiciste. Tal vez no te diste cuenta que hiciste eso, pero ese es el mundo en el que están.
- Realmente estaban tratando de hacer algo para ayudarte, pero lo tomaste por el camino equivocado.
Nada de lo anterior, excusa un mal comportamiento. Es malo ser grosero, gritar, ser violento. Pero actuar mal es humano y juzgar a todos por su mal comportamiento significaría no poder ser amigos de nadie. Incluidos nosotros mismos, porque si somos honestos, tenemos que admitir que también actuamos mal a veces.
Aquí hay algunas maneras de cómo podemos reaccionar, ahora que lo vemos claro:
- Podemos tratar de entenderlos, tal vez incluso hablar con ellos sobre lo que está pasando. A la gente a menudo le gusta ser escuchada y comprendida. Haz que sientan que lo que están haciendo es comprensible.
- Desde este lugar, también podríamos compartir cómo sus acciones nos afectan, sin culpar ni acusar o equivocarse. En vez de ello, desear resolver el conflicto.
- Podemos sentir compasión hacia ellos por la dificultad que están atravesando. Tal vez un abrazo, o el equivalente apropiado, donde tratamos de tener compasión o hacerles sentir mejor de alguna manera.
- O podríamos sentir compasión interior y no dejarnos atrapar por las emociones de resentimiento o frustrantes; y a cambio, dejar a la otra persona sola hasta que se sienta mejor, si eso es más apropiado.
- Si la otra persona es realmente dañina, puede que necesitemos alejarnos de ella (por nuestra propia protección), pero hagámoslo con compasión, puede que así no se enfade tanto.
Estas son sólo algunas opciones, pero usted puede ver que estas acciones son mucho más útiles para la relación con la otra persona y para nuestra propia felicidad.
Podríamos decir: “Bueno, ¿esto no es premio ni excusa a su mal comportamiento?”. Esta es una forma de verlo, pero creo que es mejor no dejarnos atrapar por nuestra propia visión egocéntrica, ni participar en nada que no ayude o perjudique al pensamiento.
Con la vista de buen corazón, somos más comprensivos, más compasivos, más propensos a ser felices y tener buenas relaciones.
La próxima vez que tengamos problemas con alguien, probemos la perspectiva de buen corazón. Probablemente encontremos algo de felicidad en una situación difícil.
Leo Babauta es autor de seis libros y escritor de » Zen Habits «, un blog con más de 2 millones de suscriptores. Visita ZenHabits.net.
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Una introducción a Falun Dafa
A través de sus principios Verdad, Benevolencia y Tolerancia, es posible mejorarse como persona y elevarse continuamente dentro del ambiente de la sociedad. Más información http://es.falundafa.org»
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