Una momia bellamente tatuada que data del siglo V a.C. revela su pasado gracias a los avances en la tecnología de imágenes. Con ayuda de las modernas imágenes por resonancia magnética, los científicos han podido conocer mejor las antiguas culturas siberianas.
Conocida como la princesa Ukok, el único y muy elaborado entierro que se ha descubierto; se cree que es de los restos momificados de una chamana de alto rango. La momia, descubierta por primera vez en 1993, es de la cultura Pazyryk. Lo más notable, además de sus increíbles tatuajes, es que fue enterrada con una bolsa llena de marihuana.
Después de los avances en la tecnología de la resonancia magnética, estudios adicionales revelaron nuevos hallazgos en 2010. Los investigadores ahora piensan que la princesa estaba a mediados de sus veinte años cuando murió.
Como sus órganos fueron extirpados antes de la momificación, fue difícil determinar la causa de la muerte al principio. Las exploraciones recientes revelaron que lo más probable es que muriera de cáncer de mama en su última etapa. Probablemente tenía mucho dolor cuando murió, y la marihuana era para aliviar el dolor, dicen los científicos.
Junto con la momia fueron enterrados seis caballos ensillados, así como carne de oveja y de caballo -perfectamente conservada por el permafrost (capa de suelo permanentemente congelada) siberiano- y una bandeja de semillas de cilantro quemadas. El entierro también contenía exquisitos accesorios, incluyendo un vestido de seda chino, joyas, un espejo y botas de fieltro con intrincados dibujos.
En la cultura Pazyryk, tener más tatuajes significa tener un mayor estatus. Los increíbles tatuajes de la princesa Ukok muestran en sus brazos y cuerpo lo que parece ser una batalla entre animales con pezuñas y alados, o posiblemente herbívoros y carnívoros.
Se muestran representaciones muy ornamentadas de ciervos, argali (ovejas de montaña), ambos con pico de águila, y un leopardo de las nieves con alas, reportó Ranker.
La científica que descubrió la momia, la Dra. Natalia Polosmak, explicó:
«Comparados con los tatuajes encontrados por los arqueólogos de todo el mundo, los de las momias de la gente de Pazyryk son los más complicados y los más bellos”.
«Los tatuajes se usaban como medio de identificación personal, como un pasaporte. Los Pazyryks también creían que los tatuajes serían útiles en otra vida, facilitando que la gente de la misma familia y cultura se encontraran después de la muerte».
El entierro altamente elaborado de una mujer solitaria también significa celibato, otra indicación de que la princesa Ukok era probablemente una curandera o chamán y vivía una vida célibe.
Keeping mummy: 2,500yo Altay Princess will not be reburied, local judge rules https://t.co/cV6g9LRsGK pic.twitter.com/wpK5Or8hjU
— RT (@RT_com) February 10, 2016
«Fue bastante inusual tener un solo entierro de Pazyryk», dijo el arqueólogo Vyacheslav Molodin a The Siberian Times. «Normalmente los hombres de esta cultura eran enterrados con mujeres. En este caso, su entierro separado podría significar su celibato, que era típico de los siervos de culto o chamanes, y significaba su independencia y excepcionalidad».
Desde que estas nuevas revelaciones salieron a la luz, un museo alemán pidió a un taxidermista suizo que reconstruyera la momia tal y como sería antes de su entierro. En 2014, Marcel Nyffenegger recreó la imagen de la princesa Ukok utilizando un modelo en 3D del cráneo de la momia, junto con tejidos faciales que consisten en un compuesto de resina de caucho.
Junto con una réplica perfecta de la peluca de crin de la momia, Nyffenegger también recreó en un minucioso realismo los extraordinarios tatuajes que aún hoy se pueden ver en su cuerpo.
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