Muchas tragedias documentadas ayudaron a dar forma a nuestras vidas en la actualidad, ya que las historias de horror de la Primera y Segunda Guerra Mundial se vuelven a contar durante ciertos eventos como el Día del Armisticio (que suspendió las guerras, en la convención de la Haya), Día del Recuerdo (de las vidas que se perdieron en la Primera Guerra Mundial) y el Día de ANZAC (de las Armadas australianas y neozelandesas).
En febrero de este año se descubrió una fosa común sin documentar durante las obras de construcción de un edificio residencial de lujo y un centro comercial en la ciudad de Brest, Bielorrusia. Según un informe de Euro news, se encontraron restos humanos en dos pozos de 20 metros de largo y hasta 4 metros de profundidad en ciertos lugares.
La magnitud de los asesinatos y su fosa común, en el corazón de la ciudad de Brest, fue sorprendente.
El conocimiento del sitio de una fosa se conoció en 1999. «Incluso se publicó un artículo sobre esta fosa común en el periódico local Breast, en 1999», dijo Regina Simonenko, directora del Museo del Holocausto de Brest, a ABC News. «La única sorpresa es un gran número de restos que fueron desenterrados».
Bielorrusia era el hogar de una comunidad judía numerosa y dinámica antes de la Segunda Guerra Mundial, y el descubrimiento de los restos de al menos 1.214 personas conmocionó a muchos que aún se sienten marcados por los recuerdos del Holocausto. El Proyecto de Monumentos Conmemorativos del Holocausto de Bielorrusia (Belarus Holocaust Memorials Project) dijo en línea que, para el final de la ocupación nazi en 1944, quedaron 19 judíos de una colonia de 26.000 judíos que existían antes de la guerra.
«En los pueblos de Ucrania y Bielorrusia, estaban los judíos, [en su mayoría], pero no solo fueron los que más sufrieron, ya que estas tierras formaban parte de la Unión Soviética durante la terrible década de 1930 y estuvieron sujetos a la peor de las represiones alemanas en la década de 1940», Timothy Snyder, autor e historiador estadounidense especializado en la historia de Europa Central y Oriental y del Holocausto, escribió en 2009. También añadió que la Alemania nazi ocupó Bielorrusia y miles de judíos fueron asesinados por los nazis. Antes de la guerra, Brest era parte de Polonia antes de la guerra.
El gobernador de Bielorrusia, Alexander Rogachuk, le dijo a The Sun que no permitiría una construcción sobre los huesos de la gente.
Llamaron a los soldados para que exhumaran los huesos y los prepararan para ser enterrados con dignidad en un cementerio cercano.
«Hay claros agujeros de bala en los cráneos», dijo a la BBC Dmitry Kaminsky, un soldado bielorruso que realizaba excavaciones. Su equipo militar suele buscar los huesos de los soldados soviéticos. Aquí en Brest, removieron pequeños cráneos de adolescentes, así como un esqueleto femenino con los restos de un bebé, que parecía como si ella lo habría estado acunando.
El 22 de mayo, los huesos de las 1214 personas asesinadas fueron colocados en 120 ataúdes azules con la estrella de David en relieve, que fueron colocados uno al lado del otro y en una tumba gigante en el cementerio de una ciudad al norte de Brest en una ceremonia dirigida por un rabino judío del lugar.
La ceremonia funeraria, además de contar con la presencia de soldados bielorrusos, también asistieron alrededor de 300 personas, entre ellas el embajador de Israel en Bielorrusia y miembros de la comunidad judía, reportó JapanTimes.
«Tengo sentimientos encontrados», dijo Regina Simonenko, miembro de la comunidad judía, después del funeral, que la sacudió el horror de los acontecimientos, pero era importante que fueran recordados.
«Si no lo recordamos, entonces cosas como éstas pueden suceder de nuevo», agregó.
Tatyana Lakhay, a young fitness instructor in Brest, Belarus, glanced out of her bedroom window and came face to face with the horrors of the Holocaust — workers unearthing the remains of more than 1,000 Jewish victims of the Nazis https://t.co/kKaFj7oxGA
— New York Times World (@nytimesworld) 27 de abril de 2019
ABC News informó que la comunidad judía de Brest solicitó que la tumba original fuera reconocida como monumento oficial del Holocausto. Se inició una petición firmada en febrero por 492 personas para la construcción de un parque conmemorativo que sustituya al proyecto de desarrollo residencial y centro comercial.
El único museo del Holocausto en Brest es una habitación en un sótano, dirigido por la pequeña comunidad judía, donde exhiben las historias milagrosas de un puñado de sobrevivientes judíos que se escondieron debajo de pisos falsos o detrás de paredes en sus casas durante meses.
En mayo, los promotores inmobiliarios y la ciudad de Brest ofrecieron un compromiso. Los edificios no se construirán en el lugar, sino junto a él. El sitio actual se convertirá en un parque con una placa que explicará lo que sucedió allí.
El 27 de enero es el Día de Conmemoración del Holocausto. Juntos, debemos aprender del genocidio para un futuro mejor.
Mira el video a continuación:
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