Esta perra callejera de Brasil podría haberse comido las sobras ella misma, pero decidió guardarlas para otros animales. Su desinteresado gesto nos enseña una importante lección acerca de compartir.
Lilica es una perra callejera que fue abandonada frente a un depósito de chatarra en São Carlos, Brasil. Aunque se encontraba en la indigencia, pronto encontró calidez en su nuevo hogar después de entablar amistad con otros perros callejeros, gatos y pollos con los que compartía su humilde espacio, según Daily Mail.
Pero cuando Lilica dio a luz a ocho cachorros, no tuvo más remedio que salir fuera del depósito a buscar comida, según relató la propietaria del depósito de chatarra, Neile Vãnia Antônio.
Lilica comenzó a alejarse del depósito, arriesgando su vida al transitar kilómetros por carreteras y autopistas en la noche.
«Al principio traía comida solo para sus cachorros, pero después de un tiempo ella también comenzó a traer comida para los demás animales aquí en [el] depósito de chatarra», comentó Neile. Incluso continuó su compromiso incluso después que sus cachorros fueron adoptados.
Durante tres años, Lilica caminó más de 6,5 kilómetros en la oscuridad para encontrarse con Lucia Helena de Souza, la amante de los animales que todas las noches la esperaba a las 9:30 p.m. en un terreno baldío cercano a su casa.
«No viajo, no salgo a lugares y me quedo por mucho tiempo debido a ella. Sé que confía en mí, así que es un compromiso que tengo con ella y un compromiso que ella también tiene conmigo porque ella viene todos los días», explicó Lucia.
«Un día, dejó de comer, agarró la bolsa de comida abierta y corrió con ella. La comida se le caía de la bolsa a lo largo del camino», recordó Lucia.
«Entonces, al día siguiente, cuando ella terminó de comer, até la bolsa y ella la tomó», agregó.
Pero Lucia tenía mucha curiosidad sobre qué hacía Lilica con la comida.
Después de seguir a Lilica hasta el depósito de chatarra, Lucia finalmente lo descubrió. Increíblemente, esta desinteresada perra hacia el esfuerzo adicional de llevar las sobras a sus amigos del depósito de chatarra.
Un perro, algunos gatos, una mula y una familia de pollos se turnaban para hurgar en la bolsa de comida que Lilica les había traído.
«Nosotros, como seres humanos, apenas compartimos las cosas con los demás, pero los animales comparten cosas con otros animales, es una lección para nosotros», destacó Antônio.
“Humanos y perros se unieron por el bien de la bondad y el amor. Lloré, sonreí, me reí, suspiré y me sentí todo tipo de emociones en medio de todo esto», escribió un usuario de YouTube.
«Esta solitaria perra podría cambiar el mundo si todos actuáramos con ese espíritu», agregó otro usuario.
Gracias Lilica por enseñarnos una importante lección acerca de compartir.
Perrita y su cachorro estaban atrapados en un pozo hasta que una mujer logró rescatarlos
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