En la antigüedad, los chinos utilizaban a las aves como sus fieles mensajeras para enviar información importantes a lugares muy distantes.
Una de las aves más utilizadas eran las ocas o gansos silvestres, por ser aves migratorias que viajan cada año grandes distancias a lo largo de rutas bien definidas, entre sus lugares de cría en el norte y zonas de invernada en el sur.
Aprovechando su instinto natural para seguir el cambio de las estaciones en su viaje anual de norte a sur, los estrategas chinos utilizaban estas fieles aves para enviar mensajes colocando pequeños pergaminos en sus patas.
Con esta práctica, la oca salvaje —鴻雁 (hóng yàn) o雁 (yàn)— se convirtió en símbolo de una carta o un intercambio de correspondencia en chino y el modismo 鴻雁傳書 (hóng yàn chuán shū), literalmente «un ganso salvaje entrega un mensaje», describe vívidamente el uso de estas aves como mensajeros.
Una de las historias más famosas asociadas con este modismo es la de Su Wu (蘇武), un leal mensajero enviado en una misión diplomática a Xiongnu (匈奴) en el año 100 a.C. por el emperador Wu (漢武帝) durante la dinastía Han (206 a.C hasta 220 d.C.).
Los xiongnu, invasores por largo tiempo de China, intentaron forzar a Su Wu a rendirse. Cuando se negó, lo desterraron a un lugar desolado y remoto a cuidar ovejas hasta que «sus carneros dieran leche».
En el 81 a.C, en el marco de las negociaciones de paz entre las dos partes, un enviado de Han fue a enfrentar a los xiongnu en busca del regreso de Su Wu.
Los xiongnu intentaron engañar al enviado diciendo que Su Wu ya había muerto. Sin embargo, el enviado se enteró de la verdad por un miembro de la delegación original de Su Wu.
El hombre aconsejó al enviado decirle al rey Xiongnu que el emperador Han recientemente había derribado un ganso mientras cazaba y encontró un pedazo de tela atada a las patas del ave con un mensaje que decía que Su Wu y otros de su delegación estaban detenidos en un lugar cerca de un lago.
Sorprendido al oír estas palabras, el rey Xiongnu admitió que Su Wu y los otros ciertamente estaban allí. Luego de ser rescatados, tanto, Su Wu y como sus compañeros, finalmente fueron liberados y devueltos a China luego de 19 años de cautiverio.
Definitivamente, un mensaje bien entregado que cambió sus destinos para siempre.
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