Tras entablar amistad con una familia de refugiados de guerra sirios que vivían en su ciudad natal de Hatay, Turquía, un fotógrafo planificó una sesión de fotos que cambió su vida con un padre y un hijo, que habían perdido sus extremidades en la actual guerra civil. Una de las fotos resultó tan impactante que ganó un premio y consiguió que la familia recibiera la ayuda que necesitaba y merecía.
El fotógrafo turco Mehmet Aslan, de 33 años, conoció a Munzir El Nezzel, a su mujer, Zeynep, y a su hijo Mustafá, que ahora tiene 6 años, mientras distribuía paquetes de ayuda a los refugiados sirios con un amigo en enero de 2021.
«Baba Munzir perdió su pierna derecha debido al impacto de la explosión de una bomba [en 2015] en Idlib, Siria. Su esposa, que estaba embarazada en ese momento, inhaló el gas nervioso sarín expulsado», dijo Aslan a The Epoch Times.
La pareja fue trasladada de urgencia a Turquía para recibir tratamiento, dijo Aslan, pero trágicamente, el bebé nonato Mustafá no se salvó de los efectos de la enfermedad; desarrolló una condición muy rara llamada síndrome de tetra-amelia, debido al gas sarín y a la medicación que su madre tomó para la enfermedad por inhalación. Mustafá «abrió los ojos al mundo sin ninguna extremidad», dijo Aslan.
Conmovido por su historia, Aslan se puso en contacto con la familia en los días siguientes. Mientras escuchaba sus historias de vida, Aslan pensó en traducir sus experiencias de vida en algunas fotografías memorables.
«Fui a su casa en el distrito de Reyhanlı de Hatay», dijo Aslan. «Pasé tiempo con la familia. Comimos juntos y charlamos mucho».
Tras conocer a Mustafá, Aslan describió al niño, que entonces tenía 5 años, como «un niño vivaz que siempre sonríe, aunque no tenga extremidades». Munzir, aunque pesimista a causa del trauma que ha sufrido, mantiene la esperanza de sobrevivir con su familia. Aslan invitó a la pareja a participar en una sesión de fotos.
«Mientras empezábamos a fotografiar, había lugares en los que nos reíamos, pero también había momentos en los que estaba emocionalmente agotado», recuerda Aslan.
El fotógrafo recuerda la fuerte comunicación de Munzir con su hijo, así como una inmensa sensibilidad que también se trasladaba a su mujer y a sus otros hijos. La felicidad de padre e hijo es evidente, dice Aslan, y añade que el joven Mustafá, que ha aprendido del ejemplo de su padre, «ha aceptado su situación y sabe manejarla muy bien».
Y durante la sesión de fotos, nació una nueva ambición desinteresada.
Aslan quería poner de relieve la tragedia de la guerra en curso en Siria, que comenzó en 2011. Quería celebrar el estrecho vínculo de Munzir y Mustafá, pero también quería ayudar a financiar una prótesis electrónica que cambiaría la vida del pequeño. «Esta prótesis es bastante cara y no está disponible en Turquía», explicó. «Solo se puede conseguir en el extranjero».
Aslan inició una recaudación de fondos. Cuando una de sus fotos, «Dificultades de la vida», se hizo viral, también lo hizo la causa.
Aslan fue galardonado con la Foto del Año 2021 en los Premios Internacionales de Fotografía de Siena por este conmovedor trabajo. Además del premio de Aslan, los responsables del galardón tenían algo reservado para sus sujetos fotográficos. Los Premios Siena iniciaron una campaña de GoFundMe para recaudar fondos vitales para la meritoria familia, y con su visibilidad y alcance internacional, superaron con creces los esfuerzos de Aslan en solitario.
«Italia se hizo cargo del tratamiento de la familia», dijo Aslan. «Recientemente, la familia fue a Italia para recibir tratamiento… esta situación me afectó profundamente, y espero que tengamos la oportunidad de ayudar a otros niños con este premio».
Según la publicación de recaudación de fondos, los responsables actualizaron el 15 de julio que la familia sigue en Siena a la espera de trasladarse a Budrio, donde comenzarán sus tratamientos protésicos. La publicación decía que la familia está esperando el nacimiento de la hermanita de Mustafá para poder trasladarse al centro Vigorso di Budrio para el tratamiento.
La familia sigue en contacto con Aslan.
Veterinario de profesión, Aslan lleva haciendo fotos desde 2006, y empezó interesándose por la fotografía callejera antes de pasar por diferentes estilos. Hoy en día, prefiere hacer fotos de personas y lugares, y la impresión que le dejan sujetos fotográficos como Munzir y Mustafa durará toda la vida.
«Hubo muchos refugiados sirios, y muchos niños como Mustafa, que se vieron afectados por el gas químico y nacieron así», reflexiona. «La guerra es una mala situación para todo el mundo, pero las mujeres y los niños son los más afectados.
«Espero que podamos unir nuestras manos por un mundo mejor».
Aslan comparte su trabajo en su página web e Instagram.
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