Un empleado de un supermercado con síndrome de Down ahorró durante un año para cumplir con su sueño de toda la vida: comprarse un traje exclusivo hecho a su medida. Finalmente vio los frutos de su trabajo y su respuesta a la hermosa prenda es verdaderamente conmovedora.
Stephen Richards Jr., nativo de Nashville y maestro de confección certificado, que comenzó su negocio, Richards Bespoke, en 2016, compartió con The Epoch Times por correo electrónico su experiencia y la alegría de trabajar con Jon.
«El padre de Jon vino a hacerse un traje para él mismo hace unos dos años», dijo Richards. «Su esposa lo acompañó a la cita y mencionó lo mucho que a su hijo le gustaría el proceso de diseño de su propio traje, debido a su amor por la moda».
Richards dijo que unos meses después de su encuentro inicial, la madre de Jon le envió un correo electrónico. Jon se preparaba para las entrevistas de trabajo y ahorraba su dinero para un traje personalizado. Ella le dijo a Richards que siempre había sido «difícil para Jon encontrar ropa que le quedara bien por su talla».
«Un año después», dijo Richards, «la madre de Jon se acercó de nuevo y dijo que había ahorrado suficiente dinero para su primer traje confeccionado a la medida».
Jon había conseguido un trabajo a tiempo parcial en Kroger.
Richards compartió que Jon era un cliente de ensueño para él. Afirmaba que «nunca había sentido más alegría y compasión» mientras trabajaba con un cliente. El sastre admitió que diseñar un traje confeccionado a la medida no es fácil, y que puede tomar entre cuatro y ocho semanas para ser completado. Pero la emoción y el aprecio de Jon por el oficio hizo que cada segundo valiera la pena.
«Quedé impresionado por el ojo de Jon para los detalles y su habilidad para coordinar los colores», dijo Richards, elogiando a su cliente por ejercer su estilo personal.
«Algo puede estar ‘a la moda’ a los ojos de algunas personas, pero a menos que lo que lleves puesto te haga sentir cómodo, tanto física como mentalmente, no te sentirás a la moda», añadió Richards.
El 13 de noviembre, Richards compartió fotos de un muy orgulloso Jon probándose su traje confeccionado y terminado. «Por esto es que hago lo que hago», decía el pie de foto.
«Cuando salió del probador sonriendo de oreja a oreja, supe que finalmente se había puesto algo con lo que se sentía cómodo», dijo Richards a The Epoch Times. «Honestamente no puedo describir con palabras las emociones abrumadoras que me invadieron».
«Todo el mundo tiene un tamaño de cuerpo único; no hay dos iguales», añadió. «Parte de la razón por la que amo lo que hago es porque damos a la gente la oportunidad, sin importar el tamaño y la forma, de sentirse tan seguros como sea posible usando algo que fue hecho específicamente para ellos».
El compromiso de Jon de ahorrar su propio dinero hizo que su prueba final fuera mucho más triunfante.
«Se fijó y logró su objetivo por sí mismo y estaba tan orgulloso cuando entró para medirse y diseñar todo», dijo Richards. «Demostró que no importa la discapacidad que tengas, nada puede detener tu determinación».
La madre de Richards fue trabajadora social al principio de su carrera, enseñando a estudiantes con síndrome de Down y autismo. Después de que sus padres lanzaran una compañía juntos, la madre de Richards contrató a uno de sus estudiantes favoritos, William, como trabajador de conserjería a tiempo parcial. Es el empleado más antiguo de la familia.
«Crecí alrededor de William y me acostumbré a sus necesidades especiales», dijo Richards. «Mis hermanos y yo aprendimos a una edad temprana la paciencia que a veces se necesita para comunicarse e interactuar con alguien que tiene necesidades especiales».
Jon fue el primer cliente de Richards con síndrome de Down, y la confección del increíble traje de Jon fue una experiencia transformadora para ambos hombres.
Richards nunca esperó que su publicación en las redes sociales mostrando a Jon en su traje se volviera viral, ni el flujo de amor y apoyo que Jon ha recibido desde entonces del público.
«Estoy eternamente agradecido de haber podido ser parte del proceso», dijo el talentoso diseñador de ropa.
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