La pena profunda no tiene horario. Avanzar ante esta situación es algo individual, tanto en cómo se hace y cuánto tiempo lleva. Me gustaría ofrecer algunas sugerencias para ayudar a que este difícil viaje sea un poco más fácil.
Aunque no existe la posibilidad de «superar» la pérdida de un hijo, es posible lograr una nueva normalidad. Por supuesto, nunca olvidará o dejará de amar a su hijo, pero es posible alcanzar la felicidad nuevamente.
La vida es un regalo y cada día es una bendición, a pesar de que no siempre se siente así. Hay otros en su vida a quien ama y que le aman, tal vez incluso le necesiten. Por otra parte, estoy bastante segura de que nuestro hijo no querría que ninguno de nosotros pasemos el resto de nuestra vida llorando por ellos. Les hace felices vernos felices.
Vacaciones y otros días especiales
Los días especiales como días festivos, cumpleaños y aniversarios (o ángelversario como me gusta llamarlos) son definitivamente desafiantes. La mayoría de nosotros nos espanta y tememos el día que se avecina. Hay formas de domar estos días para que no sean tan abrumadores.
Con días festivos, como Acción de Gracias, Navidad y Hanukkah, la simplificación es la clave. Incluso puede tener una reunión familiar por adelantado para intercambiar ideas sobre lo que se puede eliminar o minimizar. Piense en formas de reducir las decoraciones, tarjetas y/o regalos. Por ejemplo, compre en línea en lugar de luchar contra las multitudes. Posiblemente otro miembro de la familia podría organizar el evento. Si tiene hijos más pequeños, por supuesto, aún desea mantener las tradiciones navideñas, los regalos, etc., tanto como pueda. Intente hacer nuevas tradiciones, como hacer que los miembros de la familia mencionen un pequeño recuerdo de su hijo antes de la comida, o proporcione un diario donde la familia y los amigos puedan compartir sus historias divertidas o conmovedoras. Solo recuerde ser amable con usted mismo y confiar en que otras personas cercanas a usted lo entenderán.
Con respecto a las fechas especiales relacionadas con su hijo, como su ángelversario o cumpleaños, tenga en cuenta que la anticipación siempre es peor que el día real. Es útil tener un plan: puede dar una fiesta para amigos y/o familiares, salir de la ciudad, organizar un «día de donación» en su honor o simplemente ir a un lugar tranquilo para tener la oportunidad de estar solo.
Personalmente, organicé fiestas para los primeros cumpleaños de mi hijo. La planificación y el trabajo involucrados ayudaron a distraerme antes del temido día. Sus amigos y familiares también apreciaron una forma de celebrar su vida y compartir recuerdos. Resultó ser un día agradable, no tan malo como temía. Para su primer ángelversario, organicé una limpieza de la playa (algo muy querido para el corazón de mi hijo) y después del evento seguimos en casa con un asado.
No hay una forma correcta o incorrecta de hacer esto, pero planificar con anticipación puede ayudar.
Afirmaciones
Aunque no tenemos la capacidad de controlar muchas de las cosas que suceden en nuestras vidas, sí tenemos la capacidad de elegir cómo reaccionamos ante ellas. Hay un viejo proverbio chino que dice: «No se puede evitar que las aves de la tristeza vuelen sobre tu cabeza, pero puedes evitar que construyan un nido en tu cabello».
No quería quedar atrapada en la depresión y encontré afirmaciones positivas que me ayudaron a re-enfocar mi pensamiento. Escribí varias afirmaciones en una hoja de papel, las corté en tiras y las coloqué en áreas visibles alrededor de la casa. Estas son:
* Acepto todos mis sentimientos como parte de mi curación y permitiré que me limpien.
* Me doy cuenta que dejar ir este dolor no significa dejar ir mi amor por Kevin.
* Estoy cuidando mi salud.
* Me estoy volviendo un poco más fuerte cada día.
* Aprecio y celebro el amor de mi familia y amigos.
* Abrazaré el hoy como el regalo que es y notaré la belleza que me rodea.
Las afirmaciones son personales y necesitan resonar con usted, así como también dónde se encuentra en su proceso de duelo. Es importante reconocer cada éxito, grande o pequeño, y recompensarse en consecuencia. Esto incluiría pasar el primer aniversario como haber pasado por el año de las «primeras veces». Además, si se ha unido a un grupo de duelo, ha hecho nuevos amigas y amigos, o incluso ha podido reír por primera vez, felicítese. Ignore a sus familiares o amigos que intentan establecer un cronograma para su dolor, hágales saber que está haciendo lo mejor que puede en este momento difícil.
Los beneficios del «dar de vuelta»
Ralph Waldo Emerson dijo: «Es una de esas hermosas compensaciones de la vida en la que nadie puede tratar sinceramente de ayudar a otro sin ayudarse a sí mismo». Descubrí que «salir de mi cabeza» y dar a los demás, fue un largo camino hacia mi curación.
Practicar actos de bondad al azar puede ser una muy buena manera de comenzar. Como dijo la Madre Teresa: «No todos podemos hacer grandes cosas, pero podemos hacer pequeñas cosas con gran amor». Una familia afligida decidió hacer un acto de bondad todos los días en honor a su hija. Dejaron dinero en un medidor que caducaría, o dejaron que alguien se colocara delante de ellos en un semáforo o le abrieron la puerta a un extraño. En silencio decían: «Esto es para ti, Kelly». Creo que cada vez que das de ti mismo para ayudar a los demás, obtienes a cambio al menos la misma cantidad.
No tenía intención de mantenerme deprimida, así que decidí buscar una actividad de voluntariado. Sin embargo, mis emociones impredecibles en los primeros dos años limitaron mis elecciones. Finalmente, pude encontrar Canine Companions for Independence que utilizan a voluntarios para la primera fase de criar y entrenar a los posibles perros de servicio. Como tenía algo de experiencia en esa área, y a los perros no les importaba si lloraba, este fue el ajuste perfecto. Disfruté muchísimo criando a cuatro perros, tres de los cuales se han graduado y están haciendo una gran diferencia para las personas necesitadas. Me ha dado un corazón tan feliz ver a «mis» perros graduarse y ser parte de una causa noble.
Tienes una opción: ¿elegirás ser prisionero de tu depresión o harás tu mejor esfuerzo para superarla?
Esta es la última de una serie de tres segmentos de Linda Zelik, quien perdió a su hijo de 24 años en 2010. Ella es estadounidense. terapeuta ocupacional graduada y jubilada.
Esta serie fue adaptada de su libro, «From Despair to Hope, Survival Guide for Bereaved Parents». Si desea leer más, puede encontrar el libro en Amazon.com, Barnes & Noble o BookBaby.com. El sitio web de Linda en www.GriefHelp4Parents.weebly.com
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