Un control de rutina de un vehículo por exceso de velocidad la semana pasada se convirtió en una situación peligrosa que podría haber terminado mucho peor de lo que fue. Y un policía estatal en la escena tiene un par de buenos ciudadanos a quienes agradecer por intervenir en su ayuda.
Eran las 11:38 a.m. del 16 de septiembre cuando el policía estatal de Virginia, Deus, detuvo un vehículo que viajaba hacia el oeste por la I-64 en el condado de Henrico.
El conductor del vehículo, Jessy Jimenez Remigios, de 23 años, de Richmond, recibió más que una simple multa por exceso de velocidad cuando Deus detectó el olor a cannabis que emanaba del vehículo.
Se le pidió a Remigios que esperara junto a la barrera de contención al costado de la carretera mientras el oficial de policía regresaba a su vehículo. Al regreso del oficial, la conducta del hombre cambió. Se volvió volátil y presuntamente arrojó una bolsa, que se sospecha que contenía marihuana, hacia el bosque cercano.
El conductor del vehículo luego agredió al oficial, tratando de alcanzar su arma de fuego mientras luchaba con él para tirarlo al suelo.
Entonces, dos hombre que pasaban en auto presenciaron el conflicto y valientemente se detuvieron en el marcador de 192 millas para ayudar al policía a quitarle a Remigios de encima.
La policía del estado de Virginia luego declaró que Deus fue trasladado al Centro Médico VCU por heridas faciales y, como precaución, Remigios también fue llevado al hospital.
Una declaración emitida por el capitán Ted E. Jones, comandante de la División de Richmond de la Policía Estatal de Virginia, dijo:
“Estamos muy agradecidos por las valientes acciones realizadas por los dos hombres que acudieron en ayuda del policía Deus. No se sabe cómo podría haber terminado esta situación si estos hombres no hubieran llegado cuando lo hicieron y si el sospechoso hubiera tomado posesión del arma de fuego del policía».
Remigios enfrenta cargos por asalto a un oficial de policía, intento de desarmar a un oficial, obstrucción de la justicia, resistencia al arresto, posesión de marihuana, daños a la propiedad y exceso de velocidad.
El policía Deus que fue dado de alta del hospital.
A pesar de la gravedad de agredir a un policía, los legisladores locales en Richmond aprobaron en agosto un proyecto de ley por el cual se eliminaron las condenas obligatorias de un mínimo de 6 meses por el delito, del mismo modo, reduce la infracción de un delito grave a un delito menor —para la consternación de muchas fuerzas del orden locales, funcionarios y miembros del Poder Judicial, quienes consideran el acto como una bofetada en la cara.
El proyecto de ley dice:
“Este elimina el plazo mínimo obligatorio de reclusión por agresión con lesiones cometidas contra un juez; magistrado; oficial de policía; oficial penitenciario; persona directamente involucrada en el cuidado, tratamiento o supervisión de los reclusos; bombero; o bombero voluntario o cualquier personal de servicios médicos de emergencia y dispone que ese delito ya no puede cometerse como una simple agresión y debe resultar en una lesión corporal».
Recientemente en el estado de Virginia se han producido incidentes de violencia, comparables a los más graves que tienen lugar en otras partes de Estados Unidos. Algunos de los afectados temen que esta ley aumente la violencia contra los agentes de seguridad.
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