Muchas cosas en la vida no saldrían de manera tan perfecta si las planeamos, y estas dos hermanas pueden escribir una novela que asegura no hay mejor plan que entregarle todos tus planes a Dios, tal como reza el dicho.
No siempre es tan simple lograr un embarazo y muchas veces suelen pasar años y años antes de que una pareja lo logre; incluso hay matrimonios que deciden aceptar que quizás no está en su camino el ser papás.
La historia de Annie Johnston y su esposo, Joby, comenzó de esta manera. Durante casi cinco años realizaron distintos tratamientos y alternativas para lograr que Annie se embarace. Desde cirugías, cinco fertilización invitro e inseminación artificial, los intentos eran de cierta forma incontables, reportó ABC News.
Pero muchas veces olvidamos que la concepción de una vida no depende solamente de las estadísticas y probabilidades médicas, si no que existe aquello que para muchos es inexplicable y para otros es simplemente la característica del ser humano; la vida surge en el momento justo y las cosas suceden cuando deban suceder.
Y así fue para esta ilusionada pareja.
Chrissy Knott, la hermana mayor de Annie, se había ofrecido durante dos años a cargar a su bebé en su vientre por ellos. Sin embargo, en aquel entonces no lo consideraron como una opción; hasta que un día la pareja decidió darse aquella oportunidad.
Ambas hermanas fueron implantadas con dos embriones cada una el mismo día, esperando que las probabilidades realizaran su jugada. Pero hablando de que la vida suele ser mágica y sorprendente, unos días después, ambas hermanas confirmaron que estaban embarazadas, algo posible pero improbable.
Para ser más precisos, Annie esperaba bebés en su propio vientre y en el de su hermana. ¡Una noticia realmente sorprendente!
Y cuando la vida quiere dar sorpresas, a veces las da con todo y con cereza en el pastel. Un mes después de la gran noticia, las dos hermanas confirmaron que los embarazos eran de gemelos. ¡Eran cuatro pequeñitos creciendo en ambos vientres!
“El doctor se aseguró de que todos estuviéramos bien con la posibilidad de cuatro bebés, pues era posible”, dijo Annie según informó el mimo medio. “Pero, para nosotros, después de haber intentado tanto tiempo, solo queríamos incrementar nuestras posibilidades de tener al menos uno”.
Lo que sucedió fue realmente inesperado e inimaginable. Pues, ¿quién iba a pensar que después de cinco años de tantos tratamientos los cuatro embriones cobrarían vida dentro de ambas hermanas?
Y así transcurrieron los 9 meses de dos embarazos realmente hermosos, donde las dos hermanas pudieron compartir estos maravillosos momentos juntas.
Pero para terminar con un final realmente feliz y de novela, el nacimiento de estos cuatro pequeñitos fue también muy especial. Annie y Chrissy fueron programadas en cesáreas para el mismo día.
Su hermana fue la primera en dar a luz a los dos niños, Charles y Thomas, acompañada siempre a su lado de Annie. Dos horas después, Annie tuvo a sus dos pequeñas chicas, Grace y Hadley. Los cuatro bebés nacieron sin ningún problema y con muy buena salud.
«Puedes ir a ver a tus bebés, Annie», le dijo Chrissy a su querida hermana al terminar su cesárea, reportó The Columbus Dispatch.
“A veces todavía no podemos creerlo”, comentó Annie. “Estamos muy agradecidos por lo que ella hizo por nosotros”.
Definitivamente Chrissy le dio a su hermana uno de los más grandes regalos del mundo, cargar durante 9 meses dentro de su vientre a dos de sus cuatro hermosos hijos.
Seguramente una historia que jamás podrán olvidar, ya que los hermosos cuatro niños se los harán recordar.
¡Dos pares sorprendentes! Estos cuatro hermanos tienen una gran historia que contar en el futuro, pues realmente vinieron al mundo de una manera única y especial.
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