Dos niños de 11 años fueron solos a la ciudad a comprar caramelos y pasear un día de verano en agosto, cuando hicieron un descubrimiento sorprendente.
Encontraron un enorme fajo de billetes en el suelo del mercado. Pero en lugar de quedarse con el dinero, los chicos decidieron hacer lo correcto y entregárselo a un comerciante del mercado.
Lucas (que acaba de cumplir 12 años), de Lancashire, en el noroeste de Inglaterra, había salido con su primo Joshua a dar un paseo, pero su madurez pronto se puso a prueba.
«Planeaban ir al centro de la ciudad a dar un paseo, comprar dulces y acostumbrarse a estar sin adultos», dijo la madre de Lucas, Victoria Doran, de 42 años, a The Epoch Times.
«Era solo la segunda vez que lo hacían, y era para prepararlos para empezar la escuela secundaria unas semanas después».
La madre estaba haciendo diligencias con el padre de Lucas cuando vio que tenía dos llamadas perdidas de su hijo.
Lucas había enviado un mensaje: «Papá, acabamos de encontrar algo de dinero y se lo dimos a alguien en el mercado, pero creemos que podríamos haber hecho algo mal».
Los chicos calcularon que el fajo de billetes ascendía a unas 400 libras (aprox. 550 dólares). Pero luego, Victoria se enteró que era mucho más.
«¡Podría comprar un jacuzzi con eso!», dijo Lucas al periódico.
Al principio, los chicos decidieron custodiar su hallazgo mientras decidían qué hacer; uno se quedó en el lugar mientras el otro buscó a un adulto responsable.
Lucas dijo que para él acudir a un comerciante del mercado era «la persona obvia». Más tarde, no estaba tan seguro.
Su madre le pidió que tomara una foto de la furgoneta del comerciante para que tuvieran alguna identificación; le preocupaba que alguien pudiera haber visto a los chicos tomar el dinero y los identificara como poseedores del paquete. El comerciante dijo a los chicos que pasó el dinero al «departamento de mercados». Victoria llamó a la policía local y les transmitió la información.
Un encargado del mercado llevó el dinero a la comisaría y al poco tiempo se identificó al legítimo propietario, otro comerciante del mercado. Agradecido, el comerciante buscó a Victoria en la policía y pidió conocer a las buenas personas que entregaron el paquete para darles las gracias.
Las madres de Lucas y Joshua están orgullosas de las acciones de sus hijos. «Me impresionó mucho su madurez y me enorgullece que hayan afrontado la situación con tanta calma, considerando su edad», dijo Victoria. «No es algo que uno piense que tiene que decirles cómo deben enfrentar».
Lucas admitió que se sintió «un poco avergonzado» por su buena acción, y se sorprendió de la rapidez con que la gente se enteró.
«Los dos estamos muy contentos de que el dinero haya llegado a la persona que lo perdió», compartió. «No es un gran problema hacer lo correcto».
Victoria añadió: «Vivimos en una zona de Liverpool con importantes problemas de delincuencia y comportamiento antisocial».
«Esto demuestra que no importa de dónde sean sus hijos, siempre que uno los eduque con fuertes valores y respeto por los demás».
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