La dueña de una boutique de Pensilvania quedó en medio de un misterio cuando encontró una nota escrita a mano pegada a un vestido donado a su tienda.
Jillian Nimick, propietaria de Nimi Boutique en Mount Pleasant, regala vestidos de graduación a estudiantes que no pueden costearse los suyos. El 9 de junio, mientras clasificaba un paquete grande, encontró la nota dentro de un vestido turquesa, llevándola a emprender un viaje.
Decía: «Quisiera compartir con usted la historia de cómo obtuve originalmente este vestido. Mi madre y yo no íbamos a gastar más de 300 dólares en un vestido de graduación. Así que encontramos una pequeña boutique sin marca y este vestido estaba en la parte de atrás, en un estante de rebajas. ¡Era MUY barato!».
La nota continuaba contando sobre cómo estuvo a punto de terminar en un lugar muy diferente; su anterior propietaria había utilizado el número de seguimiento del vestido y lo había rastreado hasta un envío en tren con destino a Chicago. El estado era: «Perdido en ruta», decía la nota.
La nota continuaba: «¡WOW! Así que usé este vestido para el baile de graduación con mi novio de la escuela secundaria. Nos vamos a casar en 2020. Algunas cosas simplemente tienen que suceder y no tuve el corazón para enviar esta belleza a la beneficencia. Sabía que tenía que tener un propósito mayor, ya que el universo pareció trabajar tan duro para que llegara a mí».
En un intento de resolver el misterio de la propietaria del vestido, Jillian compartió la nota en un video en las redes sociales. «Quería saber si se habían casado durante la pandemia», dijo después a Trib Live.
Su video no solo obtuvo más 1.2 millones de visitas, también ayudó a encontrar a Shania Potosky, de 24 años, la dueña original del vestido turquesa, quien se puso en contacto con ella por Internet, y ambas quedaron de encontrarse personalmente.
(Cortesía de Jillian Nimick)
Shania contó que usó el vestido turquesa en su baile de graduación en el Mount Pleasant Area Senior High School en 2014. Y ¿su inspiración para la nota? Había leído que los vestidos de novia de la época anterior a la depresión se donaban con notas que contaban la historia de amor de la propietaria original.
«Esperaba que alguien que lo necesitara lo recibiera», dijo Shania al medio de comunicación. «Ese vestido tenía una historia, [y el mío] tenía una historia». Shania y su novio de la escuela secundaria, Stanley, se casaron en septiembre de 2020.
«Quería que mi vestido pudiera dar a otra persona la oportunidad de ir al baile de graduación, hacer que alguien se sintiera hermosa, que tuviera una sensación de confianza», explicó. «Hay gente que tiene aversión a las cosas de segunda mano, yo no lo entiendo. Uno nunca sabe qué va a encontrar».
Al dejar el vestido en un local de Angela’s Angels en Latrobe en 2019, nunca se imaginó que encontraría a alguien que lo valorara tan profundamente.
La propietaria de la tienda estuvo a punto de perderse su propio baile de graduación, porque no podía costear un hermoso vestido. En un video de actualización, dijo que planea incluir notas inspiradoras dentro de todos sus vestidos donados.
«Creo que con la temporada de graduación, las ocasiones especiales han terminado, [el vestido turquesa] no encontrará un nuevo hogar hasta el próximo año», dijo a Fox News. «Pero diré que es un vestido que sigue aportando».
Jillian planea registrar sus donaciones de vestidos de graduación como una organización oficial sin ánimo de lucro 501C, y añade que empezó a recibir más vestidos desde que la historia se hizo viral.
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